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Brasil privatizó las Cataratas: el concesionario quiere cuatro millones de visitas al año con teleféricos y nuevos senderos en la selva

El banco brasileño de desarrollo BNDES adjudicó el martes una concesión válida por 30 años para el Parque Nacional do Iguaçu, un paso importante en su plan para dar un toque verde a las privatizaciones que viene encarando el presidente Jair Bolsonaro y que tiene a Petrobras como la joya más preciada.

La concesión fue asignada al consorcio Novo PNI, formado por la constructora local Construcap y Grupo Cataratas, que también tiene como accionista a la firma de capital privado Advent.

El grupo pagó 375 millones de reales (US$76 millones) para asumir el contrato y superó al consorcio Reserva Iguaçu.

“Además de atender bien a los visitantes, este contrato de concesión también impone la obligación de mantener la infraestructura y preservar el área. Se beneficiarán trece localidades cercanas al parque en la región, con la generación de empleos verdes. Este es el modelo del gobierno para actuar y aportar soluciones climáticas rentables”, señaló el ministro de Medio Ambiente, Joaquim Leite, durante una conferencia de prensa posterior a la licitación.

La concesión de Iguazú generaría inversiones de 500 millones de Reales (102 millones de dólares) en nueva infraestructura y 3.000 millones de Reales (612 millones de dólares) para la operación del parque durante la vigencia del contrato. El parque fue creado en 1939 en un área de casi 200.000 hectáreas. Recibe dos millones de visitantes al año, según el gobierno, pero la expectativa del grupo es que ese número se duplique con los nuevos servicios: más senderos en la selva, un tren ecológico y teleféricos.

BNDES suscribió recientemente un contrato con el Instituto de Biodiversidad Chico Mendes (ICMBio) para estructurar concesiones para diez áreas de conservación como parte de iniciativas del gobierno para demostrar su “compromiso” con la preservación ambiental, puesto en jaque con los incendios y la deforestación récord en el Amazonas.

Según Martha Seillier, de la Secretaría del Programa de Sociedades de Inversión (PPI) del Ministerio de Economía, la concesión permitirá el desarrollo de nuevas actividades en el parque. “Esto nos permitirá tener nuevos centros visitados en la región. Hoy básicamente solo conocemos el polo donde están las Cataratas. Tenemos tres nuevos ejes que se desarrollarán, nuevos senderos, teleféricos y el tren que conectará a los pasajeros de una manera más sostenible”, dijo, luego de los resultados de la subasta.

La subasta estuvo acompañada por el presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Gustavo Montezano, y por el ministro del Medio Ambiente, Joaquim Leite. “La conexión entre los parques y el turismo de naturaleza son una gran oportunidad para generar ingresos, para generar empleos verdes, aliados a la protección ambiental, como requiere esta concesión”, dijo el ministro.

Según él, parte de los recursos obtenidos en esta concesión serán destinados al Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio). El porcentaje destinado a inspección, sin embargo, no fue revelado por el gobierno.

“Este nuevo modelo [de concesión] está diseñado para que el ICMBio tenga más capacidad de protección y fiscalización”, respondió a los periodistas que le preguntaron por el monto que se destinará al instituto.

El proyecto de concesión prevé inversiones de R$ 500 millones en nueva infraestructura y otros R$ 3,6 mil millones en la operación del parque durante el período de concesión, previsto para 30 años.

El concesionario no puede cobrar una cantidad superior a la establecida en el contrato por las entradas al parque. También hay descuentos en la entrada para los residentes de los 13 municipios que rodean el parque. El aviso público también determina aspectos relacionados con la preservación ambiental y la preocupación por las comunidades aledañas.

Actualmente, el precio de entrada al parque cobrado a los brasileños es de R$ 63 para mayores de 12 años, incluida la tasa de conservación y transporte. Para visitantes de países del Mercosur, este mismo billete se vende a R$ 85 y para visitantes de otros países, R$ 107

 

 

Fuentes: Economis.

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