Puerto Piray cumple 148 años

La localidad del Alto Paraná misionero festeja doble: su fundación el 4 de octubre de 1874 y el día de su Patrono, San Francisco de Asís.

Como cada 4 de octubre, la localidad de Puerto Piray, ubicada a poco más de 200 kilómetros de la capital provincial, está de festejo este martes, al cumplir 148 años de su fundación.

Esta localidad ubicada dentro del departamento de Montecarlo tendrá celebración doble, ya que además del aniversario es el día de su Santo Patrono, San Francisco de Asís.

Pese a no tener datos fehacientes de sus inicios, la historia oficial de esta localidad comienza el 4 de octubre de 1874, tras el arribo de Juan Francisco Goicochea. Este hombre fundó en la zona a lo que a la postre se denominó Puerto Piray.

Goicochea dinamizó el puerto que tuvo gran actividad en sucesivos años y a la vez comenzó a traer nuevos colonos a la zona, como así también inmigrantes que comenzaron a asentarse en dicho lugar.

La obra de Goicochea hizo que por ordenanza Municipal se instituyera el 4 de Octubre de 1874 como fecha de fundación, como así también de la su Santo Patrono, San Francisco de Asís.

Goicochea logró que en las cercanías del actual emplazamiento de Puerto Piray, montar un puerto de embarque de productos, especialmente yerba mate del monte, que eran extraídos de distintos puntos de Misiones. Desde dicho puerto partían los cargamentos por el río Paraná, rumbo a distintos destinos de la Argentina.

La actividad en este sector se mantuvo hasta principios de los años 40, cuando comenzó a decaer en forma acelerada con la llegada de la apertura de caminos y el asfalto.

Sobre el ocaso del puerto en cuanto a concentración de actividades y vida del lugar, en el año 1934 llega a Puerto Piray la planta fabril papelera Celulosa Argentina. Esta empresa, como propietaria de las tierras donde se instaló, procedió al parcelamiento y venta de parte de su propiedad a los trabajadores de la empresa, con lo cual empezó a perfilarse el nuevo pueblo.

Esta fábrica comenzó a trabajar de modo pleno a fines de 1956. Un año más tarde, el 13 de mayo de 1957, se conformaba la Comisión de Fomento de Puerto Piray.

Ganar claros en la selva, realizar excavaciones en la tierra y en las rocas para construir más de 100 kilómetros de caminos con sus puentes fueron algunos de los trabajos realizados, y dirigidos por Adolfino Mioni, un italiano, quien junto a cientos de paraguayos que se radicaron en esta orilla del Paraná, trabajaron duro para hacer transitable esa región.

Los paraguayos huyeron debido a la situación política reinante en el Paraguay, la revolución del 47, y se radicaron en lo que más tarde sería Puerto Piray.

Este grupo fue quien generó la actividad propia de cualquier pueblo. Al albergue de planta de celulosa y el trabajo incansable de los pioneros, se desarrolló la localidad. La laboriosidad y empuje de su gente permitió que Puerto Piray siga en ascenso.

Dicha localidad cuenta además con el Colegio Nuestra Señora de los Milagros que se mantiene en funcionamiento en una zona alejada de la actual población, siendo vestigio vivo de cuál era la zona poblada hace varios años en pleno esplendor de la fábrica de Celulosa Argentina.

Ya el 4 de octubre de 1969, con la presencia del entonces obispo de la Diócesis de Misiones, Jorge Kemerer, se inauguró la parroquia erigida en devoción a San Francisco de Asís, a sugerencia de Edmundo Bergamni.

Su construcción fue a instancias de la empresa Celulosa Argentina y estaría a cargo de un capellán para brindar atención espiritual a la población en general, misión que recayó en el padre Rodolfo Scripgick. Continuaron la tarea de evangelización los sacerdotes Guillermo Bayer, Waldemar Ringeltanmber, quien creó el jardín de infantes Mi Calesita.

Vale recordar que la firma papelera que produjo un giro fundamental en la vida de esta localidad tras su instalación en 1934 y tener su época de esplendor, quebró en la década del 80. Pese a ello, Puerto Piray continuó con su crecimiento.

El municipio está rodeado de plantaciones forestales, lo que hace a la actividad de un impacto económico, ambiental y social de relevancia para la comunidad.

 

Fuentes: Primera Edición.

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