La Region

Organizadores de eventos se preparan para volver a trabajar como en la pre pandemia

Una de las actividades más afectadas (y a su vez postergada) por la pandemia del Covid-19, fueron los eventos sociales y todas las actividades involucradas alrededor, algo que dejó a muchos trabajadores del sector sin la posibilidad de realizar sus actividades con normalidad. Salones de fiestas, servicios de catering, organizadores de eventos, fotógrafos y dj´s son algunas de las áreas que integran esta actividad y son los que más sufrieron el parate generado por la emergencia sanitaria.

Para sobrevivir durante este año y medio de restricciones, tuvieron que recurrir a diferentes actividades complementarias y, en ocasiones, sin ningún tipo de relación con el rubro al que se dedicaban antes del 13 de marzo del 2020. Al tratarse de un virus desconocido, ni siquiera las autoridades gubernamentales tenían en claro hasta cuando serían necesarias las vedas y esto generó un panorama desesperanzador para los trabajadores de esta área.

Paola Yawny es respondable del Espacio Soleil y explicó a Economis como tuvieron que trabajar y transformarse en este año y medio en el que no pudieron trabajar como salón de eventos. “Fueron varios meses duros, donde no sabíamos hasta cuando iba a continuar, porque nadie sabía nada”, explicó.

Los primeros meses, en espera no pudieron trabajar, hasta que decidieron habilitar un mercado de productos regionales, una actividad que se podía realizar si se respetaban los protocolos sanitarios dictaminados por las autoridades. Para su fortuna, al poco tiempo autorizaron que los bares trabajen en un horario restringido y, gracias a que tenían esa habilitación, decidieron optar por esa modalidad.

No obstante, estas actividades distaban mucho de los eventos al que estaban acostumbrados, tanto por aforo, horarios y la imposibilidad de que el cliente pueda bailar. “Por protocolos debemos tener las mesas con hasta cinco personas únicamente, antes podían más; estas mesas están distanciadas y si la gente quiere bailar, debe hacerlo alrededor de donde se sienta, es incómodo”, reflexionó Paola.

Ante el aumento de flexibilizaciones, el entusiasmo creció también. “Supuestamente para agosto íbamos a poder trabajar con mayor capacidad, íbamos a poder habilitar el baile, que es lo que más nos piden, pero todavía no tenemos novedades y eso desanima un poco”.

A pesar de poder ofrecer el espacio para eventos privados, como casamientos, cumpleaños y otras celebraciones, todavía deben trabajar sobre normas que no tienen mucha concordancia con la fiesta a la que estamos habituados en la región. “Muchos que habían reservado el lugar lo cancelaron, otros lo pospusieron para cuando se pueda hacer una fiesta completa, como es el caso de una chica que en octubre del año pasado cumplió 15 y podrá festejarlo en octubre de este año recién, es decir que festejará con 16 años”, comentó Paola, que agregó que igualmente hay un segmento  menor que acepta realizar el evento con las restricciones vigentes en la actualidad.

Fotos, luces y sonidos

Quienes brindan un servicio tercerizado a los eventos, como ser fotógrafos, DJ`s, productoras, fue también muy difícil adaptarse a esta nueva normalidad que se presentaba. Un fotógrafo facturaba por evento social (15 años, casamientos, etc) mucho más que por un book de un recién nacido o una pareja que decide sacarse unas fotos. Lo mismo pasa con las productoras que no tuvieron actividades para desplegar toda su estructura, equipos de luces y sonidos, lo que le generaba el grueso de sus ganancias.

Rodrigo Blanco, es un reconocido fotógrafo de eventos sociales que sufrió en carne propia este freno de mano. “En esa época mi trabajo principal era el de fotógrafo, ahora tengo otro empleo para poder llegar con mis gastos, pero esos primeros días fueron durísimos y no sólo porque ya no había eventos, tenía varias producciones señadas y no todos entienden que las señas no se devuelven y los tuve que hacer”, recordó.

Esto lo obligó a vender parte de su equipamiento, algo que a todo trabajador le duele ya que se tratan de herramientas de trabajo muy costosas y difíciles de recuperar. “Tuve que pedir prestado plata para devolver las señas, es decir que me endeudé para pagar deudas”, señaló entre risas. Esto lo empujó a realizar sesiones a particulares, donde ganaba menos dinero, pero ese menos era más que no ganar nada en lo absoluto.

Un caso similar, pero a otra escala, lo padecieron las productoras que brindan servicio de sonido e iluminación, como así también las discotecas que decidieron no adoptar la modalidad de bar. Flavio Bogado, explicó que, al igual que otros colegas, tuvo que reinventarse y ver como sobrevivir hasta que todo se normalice.

“Nos pegó duro a todos, algunos tuvimos que reventar los ahorros, otros vender equipos, trabajar de otra cosa, hasta aceptar menos presupuesto por el mismo servicio para ganar algo y poder subsistir”, explicó Flavio que, en su caso, tiene que solventar los gastos de personal, alquiler de local, impuestos, entre otros pagos, sin contar con ingresos.

Sin embargo, con la posibilidad de una paulatina vuelta a la normalidad pre pandemia, asegura que se viene una etapa de mucho trabajo, con posibilidad de recupero. “Creo que se viene una etapa, que así lo está demostrando la cantidad de reservas de eventos y trabajos aprobados, en camino; pero un trabajo responsable ya que se abrió otro mercado de clientes por lo que hay que estar a la altura”, explicó.

Por otra parte, aseguró que espera la habilitación para funcionar con su local como boliche o discoteca bailable. “Esperamos que se de pronto, así sea con aforo limitado, con protocolos pero que podamos funcionar como lo que Umma siempre fue, un boliche, un espacio con escenario para recitales de bandas, de DJ´s que vuelva a ser el SEÑOR SALÓN que siempre fue”, concluyó.

AMPROE

En medio de la incertidumbre sobre el futuro del sector, a causa de las restricciones por la pandemia, empresarios del sector decidieron crear la Asociación de Proveedores y Organizadores de Eventos (AMPROE). La iniciativa surge de la necesidad de tener una asociación en el nivel provincial que pueda representar a los trabajadores del sector.

Dentro de la asociación hay rubros que por lo general no son visibles, pero que son parte de la rueda de la economía provincial.  En la asociación están representados alrededeor de 35 rubros que son: empresas de técnica, ambientadores, fotógrafos, organizadores, decoradores, empresas de catering, productores de eventos, productores audiovisuales, O.P.C., make-up, diseñadores de moda, DJS, floristas, empresas de repostería, empresas de mobiliarios, peloteros, salones, diseñadores, empresas gráficas, efectos especiales, entre otros.

La AMPROE surge como una asociación sin fines de lucro, con el próposito de fortalecer el desarrollo profesional y la transparencia de las empresas y rubros que conforman el sector para elevar el nivel de excelencia de los servicios que se prestan, siempre en el marco de reglamentaciones a nivel provincial y nacional. De esta manera, buscan ejercer la representación del sector en el ámbito nacional, provincial y también municipal, defender los intereses del sector ante los mismos organismos, además de estrechar relaciones y negocios entre los asociados en ciertos rubros, también ayudar a organizar acciones en común, normalizar metodologías de trabajo y adaptarse a la situación que los afecta a todos en medio de esta pandemia.

Hoy la asociación está comprendida a lo largo y ancho de toda la provincia, teniendo representantes en la mayoría de las localidades como Iguazú, Eldorado, San Vicente, Campo Grande, Jardín América, Oberá, Aristóbulo del Valle, Posadas, Apóstoles, Santa Ana y otras localidades que se suman todos los días.

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