Agro

Construyen un secadero mixto en Campo Viera

Avanza vertiginosamente una fuerte apuesta al desarrollo local que posicionará a Campo Viera como la primera localidad con un secadero mixto que secará yerba mate y té a partir de una infraestructura única.

La planta será la primera en su tipo en la provincia y generará ventajas diferenciales de logística y costos ya que disminuirá el gasto de energía así como también de mantenimiento de maquinaria e infraestructura.

Economis entrevistó a Nestor Dall Agnesse, hombre nacido y criado entre plantaciones de té, actual presidente de la cooperativa Los Colonos y referente del proyecto cooperativo que dará un interesante giro de tuerca en el sector de los secaderos en rama.

“Adquirimos un nuevo predio a 3 km de Campo Viera sobre la ruta provincial 210. Si bien es terrada, pero el camino está compactado por lo cual no tendremos problemas de sacar contenedores, como en la locación anterior. Actualmente ya tenemos 3.000 metros cuadrados de techos cubiertos”. 

La Inversión total superará los 100 millones de pesos al finalizar la obra, incluyendo desde los movimientos de suelo, la construcción de depósitos, la planchada de recepción de hoja verde, instalación de la báscula instalada, construcción del depósito de chips, oficinas, y un gran etc.

“Si el tiempo acompaña, tendremos lista la obra civil concluida, y probar el secadero con yerba en febrero. Mientras tanto, iremos concluyendo las obras restantes y probaremos a partir de marzo con el té”, detalló Nestor.

Explicó además que quizás algunos tiempos ya que “con el auge de la yerba mate, los talleres y fabricantes de maquinarias están abarrotados de trabajo movimiento de la economía local y metalurgia”.

Una historia de asociativismo y constante lucha. La cooperativa Los Colonos comenzó en el 2005 a trabajar en el establecimiento Sierra de Oro. A partir de ahí fue creciendo paulatinamente, ampliando la línea de secado, y el armado de tipificación.

Hacia el 2011, los plazos de pago se hicieron laxos, y en base a los costos de producción y los números no cerraban del todo. Si bien en aquel momento hubieron diversas alternativas desde el Estado, tales como el Fideicomiso tealero, las mismas no resultaron suficientes.

Mientras que los productores tealeros que en aquel momento tenían yerba, pudieron utilizar los fondos de ese recurso para financiar la actividad tealera; los pequeños secaderos de té era sumamente complicado acceder al financiamiento bancario.  “Los números son fríos, por más que tomes un crédito, terminás generando deuda. Y si el mercado no cambia, es imposible seguir adelante”, sentenció Nestor.

En 2015, muy agobiados por la crisis del sector, sin exportaciones y únicamente con ventas en el mercado interno la cooperativa cerró sus puertas y quedó sin operar económicamente. “Era inviable la situación del té en rama. Fue un año en el cual muchos secaderos de la provincia cerraron”, recuerda con gran pesar.

 

“Siempre fue la idea trabajar con yerba mate para sostener la actividad y el movimiento económico todo el año. Así nació la idea en 2019 de construir el secadero de yerba y té y utilizar las mismas instalaciones.

El asociativismo está presente de principio a fin en el proyecto, incluso en lo que respecta a la colaboración desde otras instituciones. Parte de las instalaciones son de la cooperativa y, mientras las maquinarias para la yerba mate son aportes directos de los socios, la línea de secado de hoja verde de té es de la cooperativa.

Actualmente, varios participan activamente del proyecto ya que “muchos productores de la zona son pequeños y no todos pueden concretar aportes para sostener los gastos de la cooperativa”.  Además, hay una fuerte vinculación institucional con la municipalidad de Campo Viera, que colaboró con la maquinaria para los trabajos iniciales.

En conversación con Economis, el presidente de Los Colonos también destacó los buenos vínculos y la comunicación recíproca que mantienen con otras cooperativas que “supieron aprovechar los años en que la yerba mate que andaba muy bien y lograron financiar la actividad tealera con la yerba mate” y a consecuencia de eso, siguen operando en la provincia.

Generación de empleo y motor para el desarrollo local. La planta en funcionamiento, requerirá un personal permanente de planta funcional compuesto por 17 empleados directos. En el caso de trabajar en 3 turnos diarios, ya estiman un total de 24 empleados directos de fábrica.

A esas cifras, se suman las cuadrillas de cortadores de yerba mate, fleteros, proveedores de chips, y más 100 personas afectadas al funcionamiento. De todos ellos, más del 90% son recursos humanos locales.

El movimiento en la economía local y las fuentes laborales se da desde la propia construcción, ya que hay empresas contratadas para servicios específicos. También hay actividades puntuales como soldadura, que incentiva la participación de los jóvenes que se inician en el mundo laboral, puntualmente para los estudiantes de la EPET. Respecto de ellos, Nestor especificó que “la idea es que los que puedan seguir estudiando otras carreras lo hagan y los que quieran trabajar lo hagan aquí”.

El secadero motorizará el desarrollo local y permitirá que el dinero se genere, se mueva y permanezca en el municipio. Un ejemplo claro de esto son los ladrillos comprados 100% a productores locales por más de 2 millones y medio de pesos. “La gente gasta su plata acá en Campo Viera, lo que se genera acá, es decir que ese dinero termina en la economía local”, detalló.

 

Mejorar la calidad de vida de los productores y lograr que los jóvenes se vuelvan a las chacras. En la zona de Campo Viera y localidades vecinas, durante los últimos años se observó un éxodo rural bastante marcado que hizo que las chacras estén mayormente habitadas por gente mayor y se incrementen los arrendamientos.

“Yo ando mucho, recorro San Vicente y El Soberbio, allá hay un movimiento terrible. La gente no solo hace tabaco, también arrancaron con yerba y otros cultivos. Esa zona se parece a lo que era la zona centro 30 años atrás. En nuestra zona centro hubo un éxodo rural importante. Acá lamentablemente quedó muy poca gente en la zona de colonia”, expresó.

Felizmente, frente a ese panorama hay esperanzas ya que Néstor contó que de a poco se va incrementando la cantidad de jóvenes que están volviendo a las chacras, y que generalmente, regresan para administrarlas y arrancar con otras alternativas productivas.  Y la intención es capitalizar esa situación a través de la puesta en funcionamiento del secadero.

Comercialización y proyectos venideros. Para la comercialización, el plan inicial es arrancar con la venta de productos a nivel interno con la meta a futuro de poder exportar.  El desarrollo de la marca comercial, tanto para yerba como para té verde, es también un próximo paso.

Primeramente se comenzará a trabajar con yerba mate “porque funciona muy bien en esta época y se financia sola”.  A posteriori, trabajarán funcionalmente en la elaboración de té verde. “Tenemos toda la maquinaria y la idea es armarla en algún momento del próximo año la planta de tipificado de té. Esto puede ser una salida para los pequeños secaderos de té en rama que quieran traer su té en rama y tipificarla acá”.

Dall Agnese participa activamente de la COPROTÉ, desde hace muchos años. Al respecto, contó que históricamente se discutió lo mismo: “es un problema de nunca acabar. Peleamos entre los pequeños secaderos y productores. Por suerte hoy la dinámica es distinta, hay propuestas de trabajo”. Además agregó que desde la actual gestión del Ministerio del Agro existe un acercamiento genuino y se buscan alternativas para salir adelante.

En relación al reciente acuerdo de precios, expresó que “es un acuerdo histórico. Es bajo el precio desde el punto de vista del productor y desde el punto de vista de la industria es alto. Pero es un precio de base, para arrancar la zafra. La idea es que el precio sea revisado nuevamente para que los productores tengan mejores ingresos”. 

Considera que la actividad tealera está complicada a pesar de que el año anterior fue relativamente bueno. Se cree que este puede ser un buen año, dependerá mucho de la cuestión política del país y del dólar de exportación. “El problema más grande es que los insumos aumentaron en dólares y que el dólar exportación está planchado. Hay aumentos de costos en dólares…. Mientras el año pasado pagamos $ 2.000 la bolsa de fertilizante, ahora estamos pagando $  4.200”.

¿Los próximos pasos del proyecto? Luego de la habilitación para operar con yerba mate, los desafíos continúan con la definición de los permisos, el diseño de los procesos de paradas y todo aquello necesario para afinar puntería en vistas a la puesta en marcha del secadero.

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