Passalacqua: “La Renovación es un partido millenial con pensamiento propio”

Intentaron matar a la vicepresidenta ¿Cómo se hace política después de eso? 

Hugo Passalacqua se toma apenas unos segundos para responder. “Lo que pasó con la vicepresidenta fue un intento de asesinato, de eso no hay ninguna duda. Pero más allá del relato, construir política desde los extremos, nunca es provechoso. El otro día escuchaba un discurso de Ángela Merkel, que le decía al Parlamento que no hay que usar los discursos extremos porque producían hechos extremos. Eso se refleja. Ella lo dice en Alemania, con toda su historia de que llevó la discursiva extrema a situaciones extremas. Hay muchas lecciones de la humanidad con respecto a los extremos, que siempre son malos. Se debe ver el extremo como para saber dónde estás parado, siempre una pertenencia tenés que tener. Pero darle manija y bulla a eso desde la política, desde la política mayor, la oposición, el poder central, me parece horrible, me parece pésimo, más allá de la cuestión humana. Por fortuna, en Misiones gracias a la tipología del pueblo que tenemos, que es trabajador, sencillo, simple, que tiene muchas ganas de progresar, de trabajar y salir adelante, eso no se refleja. Hicimos que una provincia que tiene el 50% de su territorio que es selva o bosque implantado, sea la séptima economía de la Argentina. Es milagroso eso, realmente la Misiones que produce es la mitad. El resultado es producto de la voluntad de los misioneros y las misioneras”, analiza.

Passalacqua está convencido de que lo mejor que puede pasar en Misiones es fortalecer el pensamiento propio como antídoto ante la grieta que se agranda cada vez más. Y advierte, Misiones debe pensar en soluciones para “dos millones” y no para los 1,3 millones que marca el censo. El crecimiento poblacional, sostiene, exige respuestas más singulares que la uniformidad que ofrece la Nación. No es igual la demanda habitacional de Catamarca que la de Misiones, donde el 40 por ciento de la población tiene menos de 18 años.

El vicepresidente de la Cámara de Diputados, además diferencia las discursivas de Misiones con las del “centro”. “En el escenario local, desde el regreso a la democracia para acá, desde la discursiva y la política, siempre, a pesar de que siempre va a haber una oposición porque así es la democracia, siempre la discusión fue en un marco de respeto. Y el respeto continúa. Y los medios de comunicación, que tienen muchísimo que ver, que en Buenos Aires se alinean y alimentan la discursiva extrema, acá se comportan distinto. Acá no importa la línea editorial del medio, todos se han comportado de manera respetuosa, en la vida cotidiana, en general, en la toma de posición de la vida cotidiana con respecto a lo que sea, de acuerdo a la gestión política de los dirigentes”.

No se personaliza tanto…

Así la gente tiene menos ruido, la gente entiende mejor, porque el ruido no te deja escuchar, es ruido. Acá el oficialismo no tiene un discurso agresivo, no me habrás escuchado a mí o al Gobernador decir algo agresivo, personal, sobre alguien. Me parece que no es el camino y la oposición lo mismo, tienen el mismo criterio. El sector empresario tiene el mismo criterio, los sindicalistas tienen el mismo criterio. Entonces vos ves un conjunto del tejido social, las organizaciones intermedias, todos con el mismo discurso de construcción, diferencias las hay, de crítica, no estoy diciendo que somos genios, sino que somos respetuosos y no se personaliza como acabas de decir vos.. A mí me encanta porque el clima es amigable, no es áspero, es conviviente, es decir se convive, así la gente trabaja tranquila, trabaja mejor y produce más.

Usted es un analista de la comunicación, ¿Hasta cuándo se puede estirar de la cuerda? ¿Agrandar la grieta?

En democracia eso es espantoso, porque se quiere aniquilar al otro, hay un solo lugar, o son ellos o nosotros, no es oposición, oficialismo, intermedios, pensamientos sintéticos, no, hay solo una silla. Cuando vos pones una sola silla en el escenario y hay dos personas que se quieren sentar, o tres, o cuatro, pero sillas hay una, es ellos (que pueden ser uno, o ser varios), o nosotros. Eso es espantoso. Es pensar en la posición política o económica, donde hay una sola posición, antes se decía el pensamiento único, el único pensamiento válido es lo que yo pienso, todos los demás son inválidos. Donde solo hay espacio para uno, es muy difícil que la sociedad sea contenedora, inclusiva, porque es difícil que seas inclusivo cuando se está disputando una sola silla, que es la que vos querés. Al otro lo sacás del juego, es una cosa medio de aniquilamiento, es una palabra pesada. O sea, las palabras juegan, quedan, generan mucho. A mí no me gusta, no es cómo yo me formé, no es la aspiración mía, de una sociedad democrática, plural, con distintos y en buena hora, pero siempre en un marco de respeto.

Misiones es un territorio que se caracteriza por los distintos conviviendo en un mismo lugar…

Es que sí. Yo lo veo por la Cámara, veo las discusiones, veo el acaloramiento, la voz, la emoción, pero ningún discurso es extremo.

¿Está recorriendo mucho la provincia de lado a lado, con qué se encuentra en esa diversidad de voces?

La gente pide paz social, no en el sentido del cementerio, sino que quiere tranquilidad para poder desarrollarse. Que el Estado sea asistidor de políticas pro desarrollo, no pide más. Pide sobre todo en los sectores más jóvenes, el famoso primer empujón, es lógico todos los que pasamos aquel momento de juventud es donde vos tenés que pensar en tu vida, donde necesitas un empujón, que te lo da el Estado haciéndote estudiar de forma gratuita, eso es un empujón. Vos tenés que aprovechar, todo arrastre tiene que tener otro resorte, acá está el Fondo de Crédito que es otro resorte.

El Fondo de Crédito que se lanzó en su gestión, que hoy es una herramienta clave…

Lo lanzamos si, hace cinco años. Yo salí a buscar un localcito por la avenida Uruguay, lo encontré y todo el personal lo había sacado de otra repartición, porque había que ser austeros. No movimos un sope, digamos. Me llena de orgullo.

El original tenía presupuestado 500 millones de pesos como fondeo. Pero, hoy ya lo duplica ese monto y se autoabastece.

Sí, sí, el 92% de lo que prestan, es por las devoluciones. Eso es altísimo. Ni siquiera los bancos tienen eso. Nos decían que íbamos a hacer otro Banco Provincia, pero no, es una pésima idea, prefiero sostenerlo así. Lo otro, más allá que está mal lo que se hizo, implica tener carteras de plazo fijo, cajeros, de pasar a otro nivel que no nos interesa. Para eso está la banca privada, no podemos nunca competir. Además, que acá tuvimos un fiasco con el Banco Provincia, no vale la pena perder en un salario en algo que ya no está, rehacerlo sería costosísimo, mejor es aprovechar esta herramienta que tiene cuatro o cinco sucursales en el interior, que asiste de manera personalizada a la gente, eso es lo que la gente te pide, te pide energía para poder usar el aserradero. Te pide caminos para sacar la producción, lo que sea.

La otra gran pregunta, con respecto a la economía, ¿Cómo cuidar la economía interna en este gran escenario tan conflictivo?

Este conflicto viene de décadas. Pero Misiones estos últimos 18 años, cambió esto que se arma a nivel, vamos a llamarlo “nacional”, o un poco tóxica de la ciudad de Buenos Aires. Artigas tenía una frase para los congresales que iban a la Asamblea Constituyente del año 13: tenían como mandato que la capital de las provincias unidas, no fuera Buenos Aires. Porque él decía que “Buenos Aires solo da amarguras”. Esa frase la repito en todos lados, porque me parece tan aleccionadora, porque Buenos Aires tiene sus políticas propias y Misiones avanza, puede sortear esos malos tragos, a pesar de, porque ha sabido producir pensamiento propio. En el fondo es eso, no es casual. Antes estábamos con una línea muy potente, en lo que era la provincia con el país central, que casi cualquier movimiento de allá hacía que estalle cualquier provincia. Pero logramos tener un pensamiento propio, modesto, pero propio, sin llegar a ser una ideología, pero que ya tiene una base ese pensamiento.

Que ha ido evolucionando además…

Obviamente, que ha ido evolucionando y cambiando, pero que logró eso del pensamiento propio, o sea, seguir pensando en función de la agenda de los misioneros. Que los misioneros tengan el futuro en sus manos, no en lo que manden de Buenos Aires. Acá nadie llama al 011, para decirnos que tenemos que hacer. Nos equivocamos, por supuesto, nadie dice que sea un pensamiento perfecto el llamado misionerismo, pero permite crear políticas pensando en la gente, que la gente te dice que de Buenos Aires son solo discursos, vos estás acá. Así que podés ejecutar políticas con total libertad, sin pedir permiso al poder central a ver si lo podés hacer o no, tenemos nuestra propia política fiscal, que nos permite hacer cosas, nuestra propia política vial, hacemos rutas donde nos place a nosotros, tenemos nuestra política educativa, soberanía alimentaria.

Se minimizó esa dependencia económica…

Se pide, pero plata que es nuestra. Básicamente todas las cosas que podemos exigir los misioneros, son los llamados recursos propios. Que son propios, porque las cuentas están ordenadas, porque la conducción que nos marcó y nos sigue marcando el Ingeniero Rovira es la correcta, el puerto es la propia Misiones, es su propio destino, porque el futuro no existe, el futuro va a ser lo que vos quieras que sea. Porque si otro viene a hacer el futuro, no te va a hacer feliz en un punto, pero cuando vos lo construís, te equivocas obvio, pero lo corregís, esa es la visión que tiene Carlos, que para mí es la correcta. Eso nos habilitó a que no zozobremos cuando Buenos Aires se sacude, acá seguimos haciendo lo que corresponde.

¿Le sorprenden los indicadores de empleo, de exportaciones, que marcan el liderazgo de Misiones?

Sin gas, sin hidrovías, el dragado llega al río Paraguay y se corta, la autopista de la 14, llega al a Paso de los Libres y se corta, el gas llega a Corrientes y se corta, parece que no quisieran a Misiones y así y todo, Misiones escaló doce posiciones en el país. Hay otro número que impacta. Lo tiene la Uocra, que son los obreros de la construcción registrados, no el albañil que le pagas para que te arregle la parrilla, el obrero de la construcción registrado por la patronal: hoy están en los 10 mil -y estábamos en cinco mil hace un par de años-, pero tenemos casi la misma cantidad de obreros de la construcción que Corrientes, Chaco y Formosa, todos sumados. Eso para mí, más que otros rankings es el dato. Porque la construcción es pública y privada, pero que vos sumes las tres provincias del NEA y tengan lo mismo que una provincia de las más chiquitas, indica el nivel de crecimiento. El país se cae, cae el crecimiento industrial, pero acá seguimos creciendo de a poquito, medido, pero trabajamos y es una política inteligente y facilitadora del crecimiento, una dirigencia razonable, una mirada opositora, sindical, lo que dijimos hace un rato, todo eso contribuye. El crecimiento no se arma si hay ruido, si hay un ambiente caldeado. Quien va a querer invertir en el ruido. Este clima de tranquilidad social, de voluntad de crecer de diferenciarse de quien hay que diferenciarse, hace que Misiones esté cuidada. Nos sentimos patriotas hacemos patria de la manera histórica, de la manera correcta, la patria es una e indivisible, Misiones es Malvinas. Pero no hay que olvidarse que las provincias son preexistentes a la Nación. Las provincias se juntaron y decidieron constituir la Nación, así que la Nación debe subordinarse a las provincias, no al revés. Se invirtió esto a finales del siglo 19, la Nación pasa a ser el parque familiar y las oficinas están allá. Así que hay una rebelión, pacífica pero rebelión al fin de algunas provincias, que empiezan a hablar del misionerismo, del cordobesismo. Estamos volviendo a la fuentes.

Incluso los mal llamados caudillos, nosotros mismos los periodistas y la sociedad nos acostumbramos a esos términos y hablamos mal de nosotros mismos…

De manera despectiva, sí. A mí me encanta la historia, porque si se plantaran frente al poder central, no de manera guerrera, sino de manera pacífica, donde tenemos una visión de patria, pero la visión de patria provincianista. Cuando te dicen baja de Buenos Aires el funcionario fulano de tal, ¿Baja de dónde? ¿Estamos en un sótano? O sea, hay que invertir eso. Yo creo que hemos logrado en estos años levantarnos la autoestima. La patria del poder central no es nuestro pensamiento político, ni filosófico, ni literario. Nada era validado si no pasaba por Buenos Aires, pareciera que no podíamos tener pensamiento propio, el poder central no nos soporta. ¿Por qué los representantes políticos de hoy son todos del AMBA, son todos de Buenos Aires? Es nuestro deber histórico tratar de profundizar nuestras raíces, nuestra historia, hurgar el mundo de los buenos líderes como Artigas.

No es revisionismo…

No, nosotros valemos, somos, podemos, no necesitamos que nos puedan indicar. Obviamente tributar a la patria, festejar con los goles de Messi, no se trata de otra cosa, la Argentina creo que es a construir. ¿Por qué no salimos? Tenemos un esquema centralista espantoso, pero nunca vamos a salir adelante con este sistema centralista, porque es eso, nosotros somos la periferia. La constitución dice que somos una república representativa y federal, pero eso es texto, porque en la realidad no se ve. La ruta 12 empieza en un monolito en Capital Federal, lo mismo que la 14. Acá hay algo que no funciona. Allá hay subterráneos, gas, acá estamos luchando con el embarazo adolescente.

Y además desde allá echan culpas…

Lo magnifican, porque no estoy contra el pueblo, pero nos critican porque “somos vagos, porque somos patrones de estancia, porque la gente es idiota”. Hicimos lo correcto, no quiero decir una cosa así romántica, pero Misiones ha sabido salir por sí misma, ha sabido posicionarse, levantarse y plantarse en sus ideas. No necesitamos una zona aduanera no porque se nos pinta, sino porque estamos atrapados en un sistema monetario entre Brasil y Paraguay. Si tuviera este problema Buenos Aires, rápidamente se resolvería la zona aduanera. Porque corresponde. A la visión tan lejana que tiene Buenos Aires del llamado a terreno, el tema de viviendas, Misiones necesita una política particular de viviendas porque no hay, porque es una provincia distinta, con la población más joven del país, más del 40% son menores de 18 años. Una demanda en el futuro inmediato de escuelas, aulas, salud, comisarías, patrulleros, caminos, viviendas. Ese no es problema de Catamarca, entonces vos no podés tener la política habitacional de allá, ahí sí necesitamos una mano, no podemos tener el mismo trato y digo Catamarca por decir, puede ser La Pampa. Acá tenemos un déficit habitacional de 90 mil viviendas, se entregan 10 mil por año. Y ahí decís ¿Cuántas faltan? Y faltan 90 mil porque se incorpora tanta gente a las necesidades del techo propio que por más que vos estés haciendo a lo loco, igual te va a faltar. El Sur tiene una política especial en cuanto a la energía, por el gas, entonces por qué no tenemos una política especial en cuanto a la energía eléctrica, ya que no hay gas, si no hay gas por lo menos que sea distinto el costo. Es difícil romper con esas cosas, pero somos de insistir e insistir y estamos logrando cosas.

¿Cree que se puede conseguir lo de la Zona Aduanera?

Yo sí, sin arrebatos. Con respeto, pero hay que seguir plantándonos, porque sería una pena que el destino de los buenos misioneros otra vez dependa de Buenos Aires. Se viene una pelea electoral, y yo creo que, si vuelve otra vez Misiones a depender de Buenos Aires, todos estos números buenos, caen. ¿Estamos en el paraíso? No, no digo eso, falta muchísimo todavía. Pero la mejor forma de saltar ese “muchísimo que falta”, es profundizar nuestras políticas. Pero sería mucho peor si dependiéramos de ese país central, nunca hubiéramos saltado a crecer, nunca hubiéramos podido sin ese pensamiento propio.

Volviendo al Frente Renovador, que va a cumplir 20 años en el año electoral, ¿Qué nuevo estadio imagina para el futuro?

Yo creo que hay que profundizar. Durante la pandemia, tuvimos la fortuna de tener un gran gobernador como Oscar Herrera Ahuad, porque es un gran gobernador, mis mayores consideraciones y respeto a su capacidad de trabajo, por habernos hecho pasar por la pandemia, no digo sin sentirla porque murieron misioneros, Pero sí digo que acá tenemos un aparato de salud muy robusto. De cara a la votación no se puede planificar, pero si ir viendo hacia dónde va la sociedad, porque es la sociedad quien nos manda y en todo caso es Carlos Rovira quien nos direcciona al surco que vio. Cuando nació el partido, era muy pequeño, a él se le ocurrió armar algo provincial, él fue quien nos convoca y era una aventura que parecía muy loca.

Y pasaron 20 años…

Sí, fuimos ganando espacios, él decía que el misionero no estaba conforme con la oferta política, que era muy flaco en las ofertas, que no le eran propias. Y sí, hoy le doy toda la razón. Yo creo que hay que seguir lo que marca la comandancia, la gente, prestar mucha atención a las indicaciones de Carlos porque es quien observa detenidamente. Hay que acomodarse a los tiempos tecnológicos, hoy estamos en ese salto de entender a las visiones del millenial. La Renovación es un partido millenial, en eso lo que estamos viendo en el mundo educativo, lo que estamos viendo en la escuela de Robótica, en el Silicon, en las aulas invertidas, de entender a esa Misiones con un 40% de menos de 18 años.Hay que acompañar a la sociedad y abastecerla. Hoy la tecnología, estos parques de energía solar que se están armando, tener soberanía energética, porque todo viene de Buenos Aires y al no tener gas, si no tuviésemos eso no tendríamos tanta saturación de energía eléctrica, tantos problemas de cortes. El misionero no se queda llorando en su angustia, sino que sale a pelearla. Pero el concepto de la cadena fundacional de la dirigencia de la Renovación, de ver con un ojo puesto en la emergencia y un ojo puesto en el futuro, yo digo que el día que se pierda eso, se pierde la Renovación, el concepto provincialista. Porque la gente nos exige eso, porque somos una provincia de jóvenes. El promedio de edad del argentino es de 30, el promedio de edad del misionero es de 20. Hay 10 años, una generación entera, estamos salteando una generación por encima de la nación. Si vos haces política para eso, tenemos que pensar en los 2 millones. Yo tengo una anécdota que más o menos lo ilustra, cuando fui dos veces ministro de educación, yo he intentado hacer escuelas siempre con dos aulas más, hicimos 700 escuelas, las mismas que hizo la Nación en el mismo período, pero lo hicimos nosotros solos. Yo hacía con dos aulas más, por ahí la directora decía: ‘pero ministro por qué un aula más’, porque Misiones tiene que pensar en todo, pensar en los dos millones, porque si solo pensás en el ahora, si solo pensás en el Silicon y no en lo que se viene, la historia te va a pasar la factura. El que  es capaz de hacer eso tiene pensamiento propio, que siga a la gente porque es eso el misionerismo.

¿Tenemos que votar separados?

Sí. Tenemos que votar separados de Nación porque son dos discusiones diferentes, totalmente diferentes. Acá discutimos quién nos gestiona, si la política va a seguir siendo provincialista, o si damos el poder a la Nación, creo que ese es el eje de la discusión. Después sí, la discusión política cotidiana, su reacción política, para eso la elección nacional, pero falta un año y hay mucha tela para cortar.

 

Fuentes: Economis.

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