Maternidad mbya: se atienden cerca de 450 partos anuales
Actualmente Misiones cuenta con oficinas de Salud Indígena en ocho hospitales, todos con un facilitador bilingüe que actúa de guía y mediador.
Garantizar el acceso a la salud, a las comunidades guaraníes sigue siendo uno de los grandes desafíos de las autoridades. En este contexto, uno de los objetivos logrados es que el 90% de las mujeres mbya, a comparación de años anteriores, tienen un parto hospitalizado, un porcentaje que equivale a aproximadamente 450 nacimientos anuales en los centros de salud provinciales. El resto, lo hace en las mismas aldeas, generalmente por decisión propia. Así lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN el director de Salud Indígena del Ministerio de Salud Pública, Adrián Saldías, en el marco de la Semana de los Pueblos Originarios.
En ese sentido, según Saldías, cada una de las ocho maternidades provinciales, bajo resolución ministerial, están adecuadas y siguen reformándose bajo el lineamiento “Maternidad Segura centrada en la Familia con enfoque Intercultural”, y cuentan con oficinas de salud indígena, cada una con un facilitador bilingüe que se encarga de guiar el proceso de cualquier tratamiento o procedimiento que atraviesa el paciente mbya.
Mediante este enfoque cada mamá guaraní puede acceder, por ejemplo, a una alimentación acorde a lo que ella culturalmente considere, “algo que antes era una barrera, por ejemplo en el puerperio, donde las mujeres guaraníes tienen pautas alimentarias restrictivas a ciertos alimentos, que antes los hospitales no podía cumplir”, indicó Saldías. En ese sentido remarcó que siempre se trata de una opción, es decir, “no por ser mbya tiene una alimentación especifica, sino que puede optar por ella o no”, explicó.
Asimismo, bajo este lineamiento acceden también a estar acompañadas del familiar que quieran, y se les contempla el derecho de decidir en qué posición quieren tener su bebé.
No obstante, para aquellas que por decisión propia no quieren acudir al centro de salud porque quieren hacerlo de mano de una abuela o partera, se está trabajando en un protocolo para que puedan tener su hijo con aquella persona de la aldea que considera, pero dentro del ámbito hospitalario, “la idea es que lo tenga como en casa pero en el hospital, ya que si bien el parto es un proceso fisiológico normal, nunca sabemos cuándo puede haber una complicación, entonces queremos estar preparados para asistir a la mamá y el bebe, para que el nacimiento no sea traumático sino una situación feliz”, explicó.
También, por las largas distancias, que generalmente separan al pueblo de las comunidades, muchas madres no llegan a esperar el móvil o sufren un parto repentino, “en esos casos, de todas formas, enviamos el vehículo de inmediato a la comunidad porque necesitamos controlar que todo esté en orden”, señaló.
Cobertura casi total
Según Saldías, otra cuestión que hay que tener en cuenta es que una embarazada, en promedio, debe realizarse al menos tres ecografías a modo de control, más los laboratorios y las vacunas que corresponden; y esto no podría darse en las comunidades, si no fuera por los 140 Agentes Sanitarios de Salud Indígena (ASSI) de la provincia que, si bien cubren gran parte, no llegan a acaparar la totalidad de las 130 comunidades.
Esto se debe a que “es dinámico, siempre aparecen comunidades nuevas”, afirmó, recordando que cuando empezó a funcionar el Programa de Salud Indígena en 2003 eran solo 45 y hoy ya superan las 100.
“Siempre hacen falta agentes de salud porque son de las mismas comunidades, yo tendría el doble porque cumplen un rol clave”, expresó. En el caso de la maternidad “los agentes se encargan que las mamás cumplan con las ecografías, saben cuándo es la fecha probable de parto, y acompañan el proceso como nexo entre el estado y las aldeas”, indicó.
En este contexto, uno de los grandes desafíos es garantizar el acceso a la salud en la zona norte de la provincia, donde según el mapa difundido por la Guía para la implementación de una maternidad segura con enfoque intercultural, se concentra la mayor cantidad de población mbya.
Fuentes: Primera Edición.