Cultivos de bandera y cien por ciento misioneros
En el norte misionero hay un proyecto que apuesta fuerte al consumo consciente y a la revalorización de los pequeños productores y de la biodiversidad. El trabajo colaborativo y la producción limitada garantizan la trazabilidad de productos orgánicos y biodinámicos desarrollados desde la semilla y de la mano de la familia Paredes.
Resultado de un esquema productivo peculiar, Fidel es pionera en certificación orgánica y biodinámica, entre las más de 200 marcas comerciales de yerba mate existentes en el mercado argentino.
En este modelo de cultivo exento de agroquímicos se utiliza un grupo de plantas con propiedades ayurvédicas que permiten curar las plantas y mantener los suelos sanos. “Entre ellas, el diente de león, la ortiga, milenrama, la manzanilla, la cola de caballo, roble europeo, entre otras”, según especificó Mario Paredes, el productor que se describe a sí mismo como “misionero, nacido y malcriado por acá”.
Sumado a lo anterior, la incidencia del sistema planetario es otro factor clave para determinar y energizar a la planta y establecer la influencia de los astros en el suelo. Por esto, consideran los sistemas lunar y solar, los ciclos estacionales promueven el vínculo con otras especies y el respeto a la tierra. “Aprovechamos al mango todas las cuestiones del universo para volver a las bases”. Por ejemplo, en qué luna plantar, podar y cosechar… a qué hora es más conveniente hacerlo para que la planta esté con toda la energía y; esa energía y principios activos puedan trasladarse al producto final”.
La certificación lograda por Fidel es de la Federación Biodinámica Demeter International, organización alemana de certificación más grande para la agricultura biodinámica y uno de los tres certificadores orgánicos predominantes en el mundo.
Mientras que el área de producción se encuentra localizada en Eldorado; los cultivos están presentes en el territorio de una finca ubicada en Valle Hermoso, en el municipio de 9 de Julio. Con una superficie total de 8 hectáreas de yerba, 3 hectáreas se utilizan para cultivar moringa y además, hay una plantación en menor escala, más precisamente de ½ hectáreas de flor de jamaica, lemon grass, y otras plantas aromáticas.
En el campo normalmente hay dos trabajadores y en la elaboración de producto son tres las personas encargadas. Para la época de cosecha, los vecinos se suman con entusiasmo según don Mario, sobre todo las mujeres. “Disfrutamos con mucho entusiasmo la cosecha porque trabajamos en canastos de 4 y 5 kilos, no en raídos de 100”.
Paredes, explicó a Economis que el proyecto está pensado y diseñado para pequeños productores con un enfoque distinto al de la yerba mate. “La intención es darle valor agregado y lo que tratamos de hacer es, en vez de comercializar por kilo, comercializarlo por gramos trabajando con un procedimiento distinto y trabajando únicamente la hoja pura, con ausencia de palos y con un método de secanza distinto al tradicional”
Y esa es justamente una de las peculiaridades de la marca comercial: “la mayoría de las propiedades de la yerba mate están concentradas en la hoja de la yerba y no en el palo”. En consecuencia, el objetivo principal de la secanza a baja temperatura con aire caliente eléctrico o a gas -distinto al sistema tradicional que utiliza leña-, es justamente mantener dichas propiedades. “Nosotros vamos al campo, hacemos caricias a la yerba mate y cosechamos solo hojas no palos. Para mantener los principios activos, hacemos una deshidratación a una baja temperatura”.
“Nosotros recorrimos toda la provincia estudiando las producciones de yerba mate. Todo es muy rústico, en cuestiones de inocuidad. El proceso de la yerba mate tal cual lo conocemos no es muy bueno porque se hace a alta temperatura 1000 o 700 grados con el objetivo de secar el palo, y se pone a una temperatura altísima a la hoja donde se concentran todas las propiedades. Al ser hidrosoluble es decir que esas vitaminas son sensibles a la temperatura. En la yerba queda solo un 5% de la vitamina C”.
El concepto aplica también para la yerba mate en saquito. “Nuestra materia prima no está cocida. No es mate cocido, sino yerba en séquito. Al no estar cocidos aportan las propiedades al cuerpo”. El té maycha “es el té verde molido con hojas puras, un secado distinto”.
EL ÁRBOL DE LA VIDA Y DE LOS MILAGROS La moringa es una fuente de vitaminas y minerales 100% natural, posee un contenido alto en vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo y; es además una planta potente en aminoácidos y antioxidantes, con propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Antes, la moringa no existía como producción formalmente organizada y las plantaciones existentes eran mayormente aisladas e improvisadas. “Nosotros hicimos todo el recorrido y logramos declararlo de interés provincial, luego convocamos al CONICET y trabajamos hasta lograr modificar el Código Alimentario e incluirla en el año 2018 no sólo como alimento, sino también como aditivo para la yerba mate”. El productor comenta esto con muchísimo orgullo y alegría producto del esfuerzo compartido, y remarca que aún en Brasil no han podido incorporarla al código alimentario y que, en Paraguay, lograron hacerlo únicamente de forma parcial.
MERCADOS ACTUALES. Paredes explicó a Economis que sus clientes son “personas que buscan productos más sanos, con ausencia de agroquímicos. Por eso comercializamos en herboristerías, farmacias y algunas dietéticas. Trabajamos en cápsulas, saquitos como suplementos dietarios”.
Además, poseen la tienda online en la que se encuentran todos sus productos en sus diversas presentaciones. Entre ellos, la yerba mate tradicional compuesta con moringa, hojas secas de moringa, yerba mate orgánica con moringa, saquitos de yerba mate pura hoja orgánica, etc.
Con respecto a los mercados externos, Paredes detalló que en su momento hicieron una pequeña exportación a México y “casi” se fundieron: “cuando subieron las divisas tuvimos que poner plata nosotros para exportar y nos cansamos”.
Fuentes: Economis.