«No veo una cultura con menos machismo, lo que veo es que se va transformando la forma de ejercerlo»
Natalia Pino Roldán es Licenciada en Psicología, especialista en niñez y familia y diplomada en violencia familiar. Tiene cerca de 15 años trabajando con víctimas de violencia en la provincia de Misiones. En 2021 presidió el Parlamento de la Mujer en la Legislatura provincial y este año en la presentación de la edición 2022 instó a todos a trabajar juntos para erradicar la violencia y los abusos de todo tipo.
En una entrevista con ENFOQUE la especialista hizo referencia a los aspectos que son necesarios tener en cuenta para prevenir situaciones de violencia, y marcó, en este sentido, que la autoestima es un factor clave.
«La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que una de cada tres mujeres sufrirá algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Esto es por condiciones de vulnerabilidad mucho mayor a la de los hombres, a la que las mujeres están expuestas, desde los acosos en la vía pública, abusos intrafamiliares, en los ámbitos de trabajo, donde el 80% de los liderazgos están a cargo de varones», señaló.
Indicó que hoy en las empresas se habla de liderazgos femeninos y masculinos, que no tienen que ver con las mujeres o los varones. Puede haber mujeres con liderazgos masculinos y a la inversa, sin embargo, «se describe el liderazgo de la mujer como más sensible, más empático, más conectado con las relaciones interpersonales», afirmó.
Pino Roldán dijo que en lo que refiere a su experiencia «siempre me tocó trabajar cuando la violencia estalla. Hace mucho tiempo vengo trabajando y viendo la raíz de los problemas. La raíz es la autoestima, la verdad es que cuando trabajamos con personas víctimas de violencia vemos que su autoestima está dañada desde los primeros años de infancia, muchas han sufrido violencia o estado en una familia donde se ejerce violencia. Son modelos que se aprenden, de ambas partes (mujeres sometidas y hombres que se creen con el poder de someter), por eso, después se suele repetir mucho ese problema», alertó.
Explicó, asimismo, que «está estudiado también en el nivel empresarial que, cuando hay un concurso por un cargo laboral y si se piden diez requisitos, las mujeres se presentan con esos diez y dos o tres más y los varones solamente con dos o tres de ellos. Siempre sentimos que debemos estar doblemente preparadas para ir a pedir», observó.
Planteó que, si bien las mujeres conquistaron muchos derechos en los últimos años, «la verdad que no veo una cultura con menos patriarcado y menos machismo, lo que veo es que se va transformando la forma de ejercerlo».
Indicó, además, que actualmente la nueva trampa es el estereotipo de belleza. «Está instalado socialmente estereotipos prácticamente inalcanzables, que están ligados al éxito, y eso mantiene a la mujer sometida a un montón de cuestiones. Hay un mercado capitalista que sostiene la cultura patriarcal, que relacionan la belleza con el éxito», apuntó.
En ese sentido, contó que en su consultorio atiende a muchas niñas de 9 y 10 años que no están conformes con su cuerpo. «Esto es alarmante», advirtió, y agregó que cuando las madres las traen, generalmente se trata de mamás que tampoco están conformes con su imagen, «entonces estamos dando un mensaje que los niños lo siguen reproduciendo», remarcó.
Para la especialista es indispensable el trabajo con las mujeres, pero también con los hombres. «Hay muchos (hombres) que están consultando y pidiendo revisar conceptos», destacó al respecto.
En la misma línea, indicó que si bien hay toda una línea de trabajo con la diversidad de masculinidades, consideró fundamental marcar que el feminismo no lucha solamente por los derechos de las mujeres. «También ese feminismo va dirigido a saber que se puede permitir a un niño llorar, ser sensibles, expresar sus emociones, permitir a un hombre que, si se queda sin trabajo y la mujer sostiene la casa, no lo hace menos hombres. Es muy importante poder entender que la igualdad viene a equilibrar la balanza y poner a igualdad a todos», señaló.
En cuanto a la violencia, la especialista, sustentada por estudiosos, aseguró que «siempre hay que creerle al hombre cuando tiene signos de violencia. Cuando te pega la primera vez, hay que creerle en la primera e irse de ahí”.
Por último, Pino Roldán, destacó que «la violencia está ligada a una cultura patriarcal que se puede cambiar, porque son aprendidas. Ahora, cuando se trata de abuso sexual, ahí estamos hablando de otra estructura de personalidad más compleja».
Fuentes: EnfoqueMisiones.