Corpus Christi recupera una valiosa imagen histórica: San Isidro Labrador vuelve al pueblo
En una emotiva jornada celebrada el 15 de mayo, Día de San Isidro Labrador, el municipio de Corpus Christi, bajo la gestión del intendente Emanuel Benítez, vivió un verdadero acontecimiento cultural e histórico: la recuperación de una imagen tallada en madera de San Isidro Labrador, símbolo de fe y parte del patrimonio popular del pueblo.
La imagen, cargada de historia y tradición, llegó originalmente a la localidad hacia 1920 de la mano de Doña Prudencia Flores, una mujer paraguaya reconocida por su devoción cristiana y su cercanía con los vecinos, especialmente con los niños, a quienes brindaba ayuda espiritual y afecto desde su altar familiar.
Una historia con raíces profundas
San Isidro Labrador, santo patrono de los agricultores, es una figura de gran arraigo en la cultura misionera. Su devoción se remonta a la época de las Misiones Jesuíticas, y su presencia se mantuvo viva en la región a lo largo de generaciones. En Corpus, esa devoción estuvo encarnada durante décadas por Doña Prudencia, quien cada 15 de mayo organizaba pequeños festejos y actos de fe para los niños del pueblo.
Luego de su fallecimiento en 1996, sus familiares se llevaron consigo la imagen, y con ella, una parte significativa del sentir colectivo de la comunidad. Sin embargo, en el marco del proceso de puesta en valor del Centro de Interpretación de la Reducción Jesuítica de Corpus Christi, surgió la inquietud de recuperar esa imagen histórica para reintegrarla al patrimonio local.
Una búsqueda que dio frutos
Gracias a relatos de vecinos y memorias compartidas, las gestiones municipales lograron localizar la imagen en la Iglesia San Antonio de Padua de la ciudad de Posadas. Con el consentimiento del párroco, Padre Víctor, se convocó a la arqueóloga María Alejandra Schmitz, especializada en patrimonio guaraní-jesuítico, quien realizó los primeros análisis técnicos.
La escultura presenta características que sugieren una posible procedencia Jesuítica o Franciscana, lo que refuerza su valor histórico y cultural. Se trata de una talla de madera, de 49 cm de alto, con vestimenta propia de un labrador: sayo, capa negra, calzones hasta media pierna y zapatos. Aunque faltan elementos como la azada o hoz, propios del santo, la postura y vestimenta permiten su identificación como San Isidro.
Un regreso celebrado
La imagen fue presentada oficialmente ante los fieles en la parroquia local de Corpus Christi, con la presencia del intendente Benítez y autoridades locales. Fue un momento cargado de emoción, donde la fe, la historia y el compromiso con la identidad local se encontraron.
La imagen será restaurada y resguardada en el Museo del Conjunto Jesuítico de la localidad, donde pasará a formar parte del patrimonio colectivo, disponible para la contemplación y valoración de actuales y futuras generaciones.
“La vuelta de San Isidro no es solo la recuperación de una imagen, sino el reencuentro con una parte profunda de nuestra memoria y espiritualidad como pueblo”, expresó el intendente Benítez.
Con este acto, Corpus Christi reafirma su compromiso con la preservación del patrimonio cultural, fortaleciendo su identidad y su vínculo con una historia viva que sigue dando frutos.