Licencias psiquiátricas y ortopédicas, entre las más pedidas por docentes
Casi la totalidad se gestiona online y se reserva la presencialidad para casos sospechosos
De enero a mayo, se solicitaron 4.658 licencias por algún tipo de impedimento de salud en el CGE. Estiman que para fin de año los datos serán similares a los del 2022
Según datos del Consejo General de Educación (CGE), en el período de enero a mayo de este año, fueron 4.658 docentes los que solicitaron licencias médicas por cuestiones de salud que le impidieron seguir ejerciendo frente a los alumnos. Del total, 3.558 fueron solicitudes de licencias cortas -hasta 30 días-; mientras que 1.100 corresponden a licencias prolongadas.
En este sentido, Gaspar Argüello, director del Programa de Salud Laboral del CGE detalló a El Territorio que “las patologías más frecuentes son las patologías psiquiátricas leves, de tipo neurosis, que son licencias cortas por: ansiedad, estrés, pánico, estrés postraumático y depresión. Y están distribuidas en casi todas las edades. Y las psiquiátricas graves son aquellas donde el docente pierde la capacidad cognitiva y se dan con menor frecuencia”.
Sin embargo aclaró que, especialmente en los grupos etarios más avanzados, se dan las patologías de tipo traumatológica, que son: artrosis, patología de columna, lumbalgia, artrosis, entre otros.
Después aparecen muchas patologías comunes y a veces estacionales, como puede ser un resfriado, una gripe respiratoria, una infección bacteriana, que no llevan de convalecencia muchos días.
“La cantidad de licencias solicitadas hasta mayo hace, más o menos, un promedio del 17% -licencias cortas y largas- sobre el total de agentes activos en la provincia. Ese porcentaje es del primer semestre del año donde las licencias son más frecuentes. Las licencias hacen una curva que empiezan en marzo, van hasta julio, en un pico, descienden en vacaciones y empiezan nuevamente a subir en agosto hasta noviembre. Por eso, este porcentaje es uno de los periodos más activos del año”, explicó Arguello.
“El promedio de todo el 2022 para comparar, estuvo en el orden de los 11,54 % en las licencias cortas. Por eso es probable que si sigue así en el transcurso del año, tendremos un promedio anual bastante similar al del año pasado”, añadió.
Licencias cortas y prolongadas
Las licencias están clasificadas en cortas y licencias prolongadas. Dentro de las licencias cortas están las licencias por afecciones comunes que no llevan más de 30 días de ausencia laboral. Aquí se encuentran las licencias por atención familiar, cuando se enferma un familiar y el docente tiene la necesidad de acompañarlo. También los accidentes laborales o enfermedades laborales que tienen corto tiempo de duración y suceden en el traslado de la institución al hogar.
Las licencias largas son aquellas que la patología supera los 30 días de reposo laboral. En estos casos también se puede resolver, dependiendo de la enfermedad, un cambio de tarea, en el que “deja transitoriamente de ser docente para cumplir, mientras está tratándose de una patología prolongada, cumplir tareas administrativas, no frente al alumno”.
En las prolongadas, el tiempo es más de 30 días, pero el docente tiene el derecho de tomarse, si la patología lo amerita hasta un año con el 100% de los haberes. Después de eso se le descuenta el 50% de los haberes.
Respecto de las diferencias que tienen en cuanto a las licencias entre los docentes titulares y los docentes suplentes, este último tiene algunas diferencias respecto de los derechos laborales del titular por enfermedad. Por ejemplo, las licencias cortas no son por 30 días, si no por 20. Y la atención de familiares, en vez de ser por un mes, son por diez y no gozan de licencias prolongadas.
Sistema
“La pandemia nos obligó a trabajar online, entonces las licencias, especialmente las licencias cortas, se hacen vía internet a través de un correo. Sólo se reserva la presencialidad para los casos dudosos y para las licencias prolongadas», dijo Argüello.
El nuevo sistema que se implementa a partir de este año tiene la misma característica y entra a reemplazar en forma progresiva al sistema anterior que es el Sage. “La modalidad es la misma, o sea, el docente pide online la licencia que demanda, pero debe estar acompañada de una certificación del médico tratante, que hace el diagnóstico de la enfermedad”, puntualizó.
En el sistema nuevo los docentes presentan los trámites a través de los directores, y éste se conecta con el Programa de Salud Laboral, a través del nuevo software, eso se fiscaliza y se otorga o se deniegan las licencias que solicitan.
El programa tiene presencia en 17 departamentos de la provincia a través de las delegaciones. Y cerca de 90 agentes, de los cuales hay médicos, asistentes sociales, administrativos y psicólogos. Esos son los profesionales que fiscalizan las licencias en toda la provincia.
En cifras
17%
La cantidad de licencias solicitadas hasta mayo hace, un promedio del 17% -licencias cortas y largas- sobre el total de docentes activos.
Fuentes: ElTerritorio.