A un mes de Precios Justos: cómo está funcionando el programa

El esquema de congelamiento de unos 1.800 productos rige en las grandes cadenas y esta semana se incorporaron los mayoristas. Mirá qué fue lo que les dijo Tombolini a los almaceneros.

Siempre que los gobiernos quisieron sumar a los almacenes y autoservicios en programas de precios congelados y administrados fracasaron. A un mes del comienzo del programa Precios Justos, así están las cosas.

La dificultad de acordar márgenes para todos los eslabones que participan en el canal tradicional (proveedores, mayoristas y distribuidores), sumado a la imposibilidad de controlar lo que sucede en cada una de las pequeñas bocas de venta en todo el país ha hecho inviable que puedan cumplirse los acuerdos de congelamiento. Sucedió con Precios Cuidados, con Precios Máximos y con Súper Cerca, que fue pensado exclusivamente para este canal con el precio impreso en la etiqueta de unos 70 productos.

¿Por qué pasaría algo diferente con Precios Justos, el programa que lanzó el equipo económico que asumió en agosto hace casi un mes para mantener congelada una canasta de 1.800 productos hasta fines de febrero? Es por eso que el secretario de Comercio, Matías Tombolini, no quiso ni intentarlo. Firmó con las grandes cadenas, esta semana sumó a los mayoristas -que también venden al público- y les dijo muy claramente a los pequeños comercios que no es el momento de sumarlos y que quedarían afuera del programa.

Así lo manifestó Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA) y vice presidente de Confederación General Almacenera nacional. Según contó a Infobae, hubo una reunión el miércoles en la que no sólo se les dijo que no estarán en Precios Justos -tras varios intentos por lograr un acuerdo con el sector mayorista-, sino que también les pidió que informen de todos los aumentos superiores al 4% mensual.

“El secretario nos pidió que le enviemos las boletas de todas las empresas que aumenten más de 4% en el mes. Y en ese sentido vamos a acompañar. Después el Gobierno tendrá que hacer su trabajo y ver si es la empresa o el distribuidor el responsable”, remarcó Savore, quien agregó que sobre Precios Justos Tombolini les dijo que no es el momento de participar.

El comerciante se mostró muy molesto con los empresarios mayoristas, ya que “no se quisieron sentar con Comercio para que las casas de proximidad tengan un precio accesible en el programa”.

“Si ellos nos hubiesen querido ayudar, nos habríamos sentado todos y habríamos negociado un precio. Terminaron armando un programa que solo se concentra en un formato que es el hipermercado. Sentimos que este programa nació orientado a un sector”, planteó el almacenero.

Precios Justos
El programa Súper Cerca fue diseñado para los comercios de proximidad y no tuvo éxito

 

Desde el sector mayorista, en tanto, confirmaron que los grandes ya están participando y que de a poco se van sumando firmas del interior. Así como sucedió con las grandes cadenas, mayoristas como Maxiconsumo, Makro o Vital agregarán marcas propias al programa y tendrán una canasta aproximada total de 1.100 productos.

Según las fuentes del sector, los comercios chicos ya están yendo a buscar los productos, pero lo que queda claro es que tanto almacenes como autoservicios no tendrán la señalética de Precios Justos porque por más que adquieran los productos, no podrán tener los mismos valores de los otros canales.

“Estar es tener los precios. Si no, no estamos”, enfatizó, tajante, Savore. El comerciante recordó que hace algunos meses, cuando comenzó a gestarse el programa, se le planteó a Matías Tombolini que para poder participar había que generar una reunión con los mayoristas y fijar el precio al que tenemos que vender cada producto, pero también el precio de compra. Porque si no, los mayoristas nos iban a terminar vendiendo al valor que deberíamos venderles a los clientes. Pero esta negociación no avanzó.

Lo mismo había pasado con Súper Cerca, plan ideado por la ex secretaria de Comercio, Paula Español, que no sólo tardó en ponerse en marcha, sino que apenas duró algunas semanas; luego la funcionaria fue reemplazada por Roberto Feletti y el plan quedó finalmente desactivado. Pero durante su corta vigencia, los comercios chicos se quejaban de que no encontraban los productos en los mayoristas y que se los querían vender al mismo precio, o más caro, del que lo tenían que vender al público. Es por eso que los comerciantes directamente no los buscaban.

En cuanto al funcionamiento del programa en grandes cadenas, desde el Gobierno remarcan que, si bien durante las primeras semanas hubo varios problemas con la señalética, ahora se está normalizando.

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En cuanto al abastecimiento, por ahora no hay inconvenientes, más allá de que todavía hay muchas grandes empresas que se resisten a firmar el convenio. Los 1.800 productos -que varían de acuerdo a cada cadena, porque cada una le suma varios ítems de marca propia- se mantendrán con precio congelado hasta el 28 de febrero, mientras que el resto de los productos irán ajustando de a 4% mensual, según establece el mismo modelo de acuerdo.

Por eso, los analistas en consumo masivo afirman que probablemente en el verano haya más demanda de los artículos del programa por sobre el resto, ya que se notará un mayor desfase de precios.

 

Fuentes: MisionesOnline

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