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Pellets de madera, el biocombustible abundante para generar energía calórica

La industria forestal significa uno de los principales motores económicos de Misiones. Aunque parezca una obviedad, pese a los innumerables avances, es una industria que tiene, aún, mucho por trabajar.

En diferentes oportunidades, empresarios forestales, propietarios de aserraderos y especialistas del sector manifestaron a Economis, el desperdicio que significa la imposibilidad de aprovechar los residuos forestales. Perfiles, chip pulpa, chip leña, aserrín, virutas, tacos de fuentes, entre otros subproductos que no sirven para la comercialización como madera, terminan en grandes hogueras a cielo abierto o simplemente se pudren en la intemperie.

Enrique Bongers es socio de GP Energy, una empresa misionera que se dedica a la fabricación de pellets de madera, una alternativa para aprovechar todo ese excedente forestal y convertirlo en un insumo residual para la generación de energía calórica. La empresa, que se radicaba en Capioví, pero decidió mudarse a Colonia Victoria, trabaja con la generación de esta bioenergía y, Enrique, explica, cada vez que se le presenta la oportunidad, la importancia de la misma para el mercado forestal local.

De esta manera, en el marco de la Fiesta de la Madera, que se desarrolló en San Vicente, Bongers estuvo a cargo del panel Uso y aplicaciones de los subproductos de los aserraderos para la producción de biocombustibles sólidos pellets de madera. “De lo que se corta de madera, lo que genera el aserradero, el 50% es subproductos. Entonces, entre chip pulpa, chip leña, aserrín, virutas, tacos de fuentes y algunos de esos subproductos pueden ser utilizados, dependiendo el proceso que se le da, para la fabricación de pellets de madera”, explicó a Economis.

“En la charla pude mostrar algunos de los subproductos y también mostrar y hacer una introducción a la fabricación de pellets de madera, los tipos de maquinaria que se utilizan, los mercados que hay, los tipos de presentaciones del producto, tecnologías, etcétera”, agregó.

Según explicó el joven empresario, con estos subproductos que genera la industria maderera se puede fabricar un biocombustible para reemplazar a cualquier combustible en todas las industrias o en los procesos que necesita energía térmica. “Cuando se necesita energía térmica se utiliza leña, o gas, gasoil. En todos los procesos donde necesites cambiar esa tecnología y generar energía térmica, podés utilizar el pellet de madera”, aseveró.

Este biocombustible, posibilita reemplazar estos combustibles tradicionales para la generación de energía calórica, sin la necesidad de usar los tradicionales combustibles líquidos. Además, es útil no sólo para las grandes industrias, también se puede utilizar para derretir materiales, para mantener caliente el horno de una panadería y, hasta en el turismo, para calentar el agua corriente de las instalaciones hoteleras y restaurantes.

Bongers explica que, además del aprovechamiento del material para los fines mencionados, significa también una revalorización de estos subproductos que se generan en grandes cantidades en la industria forestal y que, tradicionalmente, son desaprovechados por no contar con las herramientas o recursos para explotarlos comercialmente.

“En la industria maderera en sí, al poder valorizar mejor sus productos, obviamente valoriza más su producción y los recursos de la empresa y le das una utilización que hoy muchas veces no se está dando en los subproductos. El aserrín húmedo, el aserrín que sale del aserradero, si no lo queman la cerámica o no lo quema Arauco casi no tiene destino”, advirtió.

El sector forestal cuenta con despuntes, tacos, blogs que, hoy como no tiene un uso porque no todos acceden a la tecnología para moler eficientemente, se queman hacia cielo abierto. Entonces, la soluciòn es dar un pequeño proceso a ese tipo de subproductos para utilizarlo en la fabricación de ese biocombustible sólido.

No obstante, para este proceso se precisa de una maquinaria que no es muy accesible, sobre todo para las más pequeñas industrias provinciales. La prensa pelletera, por ejemplo, debe ser oriunda de Europa o Estados Unidos, ya que las otras, más accesibles del mercado nacional o chino, no ofrecen garantías y existen varias malas experiencias con ellas.

Pero el resto de la línea, como ser el molino martillo, el enfriador de contraflujo, la saranda, los transportes, todo eso puede ser tecnología nacional. “Hoy por ahí, no te puedo decir valores exactos, pero la inversión es alta, para ese tipo de industrias es bastante alta, pero justifica en un proyecto a largo plazo, cuando el aserradero es de mediano a grande y genera una buena cantidad de subproductos y que hoy no tienen casi mercado, no tienen buenos precios”, aseguró.

Es por esto que recomienda que, las industrias más pequeñas que cuentan corta unos 200 a 300 mil pies de madera, vendan sus subproductos a los diferentes mercados para su aprovechamiento. “Ahora, si pasamos a volúmenes superiores, de un millón de pies, un millón y medio de pie de corte de madera, lo recomendable es si, pensar ya en una línea de pellet pequeña al menos sí, dentro de la industria o hacer uniones estratégicas con fabricantes de pellets que hay ya en la provincia y vender o mejor costo esa esa materia prima para poder este fabricar pellets”.

Según los últimos censos, Misiones cuenta con alrededor de 600 aserraderos, de los cuales no más de 30, aproximadamente llegan a ser de medianos a grandes y, por tal motivo, capaces de justificar la instalación de una planta de generación bioenergía.

“Como el costo de la logística por ahí es un poco caro, por zonas se pueden llegar a prever plantas, una zona Sur, una zona centro, una zona norte, por ejemplo, plantas de pellet autónomas, o que aserraderos grandes a medianos pongan su fábrica de pellets dentro de la industria, porque cuando ya pasa de un millón y un millón un millón y medio de pie de corte mensual ya se justificaría poder poner una inversión de este tipo para fabricar ese biocombustible directamente desde los aserraderos”, indicó.

Contexto regional

Bongers explica que el mercado de bioenergía ha crecido mucho en la región, sobre todo en los países donde los subsidios a la energía son muy bajos o nulos, directamente, por lo que empuja a la industria a buscar alternativas, para el ahorro del consumo.

“En países como Brasil, Paraguay, en otros países donde las energías no están subsidiadas como en la Argentina o están menos subsidiadas, ya es rentable quemar pellet, en vez de quemar fueloil, el gasoil o gas natural”, señaló y agregó que estas empresas empiezan por armar un cuadro comparativo en el cual empiezan a ver cuanto gastan en los diferentes combustibles, la rentabilidad y el resultado del mismo.

“Ellos ven que en 6, 8 a 10 meses, depende el equipo, están amortizando la inversión del equipo y después es ahorro de dinero para los hoteles, para las industrias”, remarcó.

Una tecnología costosa

La instalación inicial del quemador, que es por donde va la inversión inicial es costosa, pero en 6,8 a 10 meses se amortiza el equipo. “Ahora, hablando de la industria del pellet, si es un proyecto a largo plazo porque las inversiones son altas. No obstante, el quemador en sí no es que no es tan caro, porque realmente el ahorro energético que tenés es alto”, reflexionó.

A pesar de que hay empresas misioneras que ya iniciaron con la utilización de esta tecnología, siendo los tealeros los primeros en indagar por esos recursos, considera que es necesario la instalación de más equipamiento en la Provincia, para generar un destino de acopio de estos subproductos.

“Faltaría que aparezcan en líneas, para que los industriales podamos invertir en secadores de aserrín, que podamos invertir en moledoras de blogs, que podamos invertir en tecnologías para fabricar pellets”, remarcó.

“Está faltando un poquito más apoyo de la parte pública, para que podamos invertir y procesar esos sub productos qué significa divisas que ingresan al país, si lo puedo exportar; si lo vendo en el mercado interno sustituyo otras energías, en vez de utilizar energía eléctrica puede utilizar en una estufa pellet, entonces tiene sus ventajas”, finalizó.

GP Energy es una empresa que funcionaba en la localidad de Capioví, hasta que un incendio consumió todas sus instalaciones. Con gran apoyo de la comunidad, decidieron mudar sus instalaciones al norte de la provincia, a Colonia Victoria, ya que cuentan con mejores condiciones de abastecimiento de materia prima. Enrique Bongers, además de ser socio de la empresa, es un ingeniero forestal que recibió premiaciones por parte de CAME en el Senado de la Nación, además de la CEM, que también le otorgó un reconocimiento.

 

 

Fuentes: Economis.

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