La Iglesia pidió una espiritualidad del cuidado ambiental

Referentes de distintas religiones participaron en Buenos Aires del Foro de Diálogo Interreligioso y Social. Fuene en la Cumbre Mundial de Alcaldes C40. El obispo Oscar Ojea, presidente de la Comisión Episcopal Argentina, alertó sobre el uso de la naturaleza como objeto de dominio.

El encuentro tuvo lugar en la Usina del Arte, y contó con la participación de líderes religiosos, comunidades de fe e instituciones. Por primera vez, una actividad de estas características forma parte del programa oficial de una cumbre mundial.

Entre los temas de reflexión estuvieron el cambio climático y el cuidado del planeta. Los líderes religiosos entregaron además una proclama a los alcaldes presentes en la Cumbre, y presentaron el libro “Aportes de las religiones frente al cambio climático”, a cargo de Santiago Kovadloff.

La conferencia final del foro contó con la participación del secretario general y de Relaciones Internacionales, Fernando Straface; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, y del ministro de la Corte Suprema de la Nación, doctor Ricardo Lorenzetti.

En su intervención, monseñor Ojea citó la encíclica Laudato si’, del papa Francisco, quien recuerda que “nuestra casa común es también como una hermana con la que compartimos la existencia y como una madre bella que nos acoge en sus brazos”.

Esta hermana, advirtió el obispo, “clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso en los bienes que Dios puso en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla”, lamentó.

Ante el crecimiento del subjetivismo “que coloca al hombre frente a la naturaleza”, el prelado recordó que “nosotros mismos somos tierra”, y alertó sobre el uso de la naturaleza como objeto de dominio y de extracción. De allí, señaló, “que hayamos naturalizado la contaminación del agua, el aumento de las emisiones de gas, la desertificación por la tala indiscriminada de árboles y la pérdida de la biodiversidad”.

Al respecto planteó: “¿Dejaremos a las generaciones futuras escombro, desierto y suciedad?”.

“El ser humano abandonó su condición de administrador y de guardián de los bienes de la tierra porque se ha venido apoyando en la falsa seguridad del paradigma tecnológico que lo ha hecho creer que podía dominarlo y controlarlo todo”, insistió monseñor Ojea.

 

Fuentes: Canal12Misiones.

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