Las copiosas lluvias caídas en Misiones lograron la recuperación de la humedad del suelo

El cambio climático ha dejado de ser un tema que solo afectaba a países de otras partes del mundo; esta realidad ya lo vive todo el globo con situaciones ligadas al fuego y a inundaciones que han marcado registros históricos. El país ha atravesado un verano muy duro que generó múltiples incendios y Misiones no ha sido la excepción.

El trabajo de todos los sectores ligados al cuidado de la selva como también de las políticas de un Estado presente han sido determinantes al momento de combatir los focos ígneos y evitar los lamentables registros que tuvieron otras provincias.

Ahora las lluvias volvieron a traer alivio a los bajos índices hídricos y de humedad en el ambiente que registraron marcas muy por debajo respecto de años anteriores. Los especialistas en meteorología de la Tierra Colorada se muestran satisfechos e incluso sorprendidos por la cantidad de agua caída en los últimos días en la provincia.Según los registros aportados por la Estación Meteorológica de la EEA INTA Cerro Azul, el total de lluvias acumuladas en lo que va del mes de marzo asciende a 261,6 mm.

Sólo entre el día martes 22 y jueves 24, se registraron 163,4 mm de precipitaciones.De esta manera, la información brindada por técnicos agrometeorólogos destaca que 165,2 mm es el promedio histórico de lluvias para el mes de marzo. Por primera vez en los últimos 13 meses, tenemos una cantidad superior al promedio previsto por mes.Por otra parte, el balance hídrico comienza a recuperarse tras la caída de más de 200 mm de lluvia, lo que definieron de muy positivo teniendo en cuenta el déficit que la provincia venía teniendo.

También en este sentido se ha indicado que se superaron las expectativas ya que esta cantidad de agua caída era lo esperado para todo el mes, indicaron desde la Dirección General de Alerta Temprana dependiente del Ministerio de Ecologia y de Recursos Naturales Renovables.

La madre tierra sonríe en Misiones. Todo se recupera. El agua es una bendición porque viene a traer un alivio tan necesario tras pasar un verano que alcanzó un triste récord por déficit de lluvias. Si bien lo que hemos tenido desde febrero hasta ahora reestableció bastante la humedad del suelo, aire y vegetación, esta agua caída va a servir para recuperar las napas de agua y que puedan florecer las vertientes.Es positivo para la recuperación del suelo, la vegetación y las producciones agrarias. Y, por supuesto, para la mitigación de incendios. También sirve para recargar estanques, napas y arroyos, cuyos cauces se están nivelando.

Aunque en menor escala, los niveles de los ríos también se han elevado. Hubo una recarga de cuencas ya que por suerte las que tenemos reaccionan rápido, todo eso drena hacia el Paraná y el Uruguay y eso va a influir para la recarga de las aguas subterráneas.

 

Fuentes: revista códigos.

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