La Foresto Industria presentó propuesta para la Estrategia Nacional de Mitigación de Cambio Climático
El Consejo Foresto Industrial Argentino-CONFIAR– presentó al Gabinete Nacional de Cambio Climático su aporte para la mitigación del cambio climático, en el contexto de la elaboración de la Estrategia de Desarrollo a Largo Plazo Bajo en Emisiones y Resiliente con objetivos de Carbono-Neutralidad al 2050.
CONFIAR – formado por la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP), Asociación Forestal Argentina (AFoA), Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (ASORA) y la Federación Argentina de la Industria Maderer a y Afines (FAIMA)- manifiesta el apoyo al mantenimiento de las metas de aumentar la superficie forestada a 2 millones de hectáreas en 2030 presentada en las Contribuciones Nacionales en 2019 y se solicita se sume el aporte que puede realizar el uso de la madera para avanzar en la descarbonización de la economía con las políticas e inversiones previstas en Plan Estratégico Foresto Industrial 2030. Por otro lado, se considera imprescindible realizar un ejercicio similar para evaluar e incluir el aporte de los árboles y el uso de la madera en la estrategia de largo plazo con los objetivos de carbono-neutralidad para el 2050 en la seguridad de que los árboles y el uso de la madera son actores principales e imprescindibles en dicha estrategia.
Cinco claves para entender por qué se considera fundamental incluir a los árboles, las plantaciones forestales y al uso de la madera sostenible en la Estrategia Nacional:
1.- La plantación de árboles es una de las principales medidas de absorción de CO2 para las estrategias de mitigación del cambio climático. En el documento publicado por la UE el 16 de julio pasado, tomando antecedentes de documentos de diversas COP, manifiesta que “los árboles son una solución basada en la naturaleza para una forma eficiente y rentable de absorber CO2 de la atmósfera, lo que da tiempo para desarrollar e implementar soluciones tecnológicas innovadoras para los objetivos de reducción de emisiones en otros sectores”.
2. Las plantaciones forestales en Argentina – distinción de stock y flujo: Una de las críticas al uso de plantaciones forestales en políticas de mitigación de cambio climático es que luego el árbol se corta. En este sentido, es importante distinguir el aporte en stock (carbon sink) de las plantaciones con el flujo de madera sostenible de dicho patrimonio forestal. Actualmente Argentina tiene una superficie de 1,3 millones de ha de plantaciones forestales, un 55% de ellas certificadas con sellos por gestión sostenible reconocidos internacionalmente. Con una extracción de unos 15 millones de Ton anuales (el 50% de la producción anual de la masa forestal), la foresto-industria de Argentina se provee en un 95% de madera de dichas plantaciones. El agregado de valor incluye la producción de celulosa y papel; madera y tableros para viviendas y muebles; energía eléctrica y térmica y diversos productos químicos. Con 13.000 productores forestales y más de 6.000 empresas de agregado de valor, la foresto-industria emplea en forma directa y formalmente, a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 700 millones de dólares anuales. Históricamente, tiene una ba lanza comercial negativa, principalmente, por la importación de papel. El stock de plantaciones de Argentina se ha incrementado y se mantendrá en la medida que haya industrias que utilizan y valoran el flujo. Por ejemplo, para alimentar una planta de celulosa Kraft de escala internacional (1 millón de ton de celulosa al año), se requieren 5 millones de ton de madera de pino. O sea, se debe mantener una plantación de 125.000 ha en forma permanente para asegurar un flujo de madera constante para alimentar la planta.Otro concepto importante es que el carbono que emite el sector de agro y bosques es carbono biogénico, o sea, está dentro del ciclo de la naturaleza. No es carbono proveniente de fósiles que se agregan a la atmósfera luego de su extracción del subsuelo.
3. Aportes a la descarbonización de la economía: las plantaciones forestales tienen uso múltiple y complementario. Por un lado, la madera sólida se utiliza en construcción de viviendas, muebles, pisos, etc. por el otro, los subproductos del manejo forestal (raleo) y de la industria de la madera (chips, aserrín), se utiliza en la industria del triturado: celulosa, papel, textiles, paneles, bioproductos, bioenergía. El uso de todos estos productos colabora en la descarbonización de la economía al reemplazar productos no renovables o fósiles, como es el cemento, los plásticos, el gas-oil, etc. En particular, se está impulsando tanto el uso de papeles y cartones kraft para reemplazar plásticos, la construcción con madera para reemplazar cemento, ladrillo s y otros productos no renovables e intensivos en energía y el uso de pellets y chips para calderas y estufas en reemplazo de combustibles fósiles
4. Bioenergía: En Argentina existen grandes volúmenes de biomasa de origen forestal sin aprovechar. Se trata de subproductos provenientes de dos fuentes. Por un lado, los disponibles en la foresto industria, como consecuencia del rendimiento de los aserraderos que es cercano al 50%, estimado en 2 millones tn/año. Por el otro, en las plantaciones quedan residuos de las podas, raleos y de la tala rasa, que se estiman en volúmenes mayores a 5 millones tn/año. A esto se suma el potencial de manejo sustentable del bosque nativo que permitiría actualmente obtener más de 9 millones de tn/año (según estimación de Probiomasa). Este volumen potencial, estimado en 16 millones de toneladas de biomasa, concentrado principalmente en las provincias del NEA y NOA, permitiría instalar de l orden de 4.200 MW de generación térmica con una eficiencia promedio del 80% y 8.000 horas al año de uso en reemplazo de combustibles fósiles. La sustitución de combustibles fósiles por BCS permitiría reducir emisiones de GEI cercanas a los 4 millones de tnCO2e.
5. Biorefinerías: es importante incluir a la producción de bioproductos y biomateriales de base forestal dentro de la Estrategia del país para la descarbonización de la economía y evaluar el aporte de las biorrefinerías y la nanotecnología de recursos forestales a la economía circular y el desarrollo sostenible. La biorefinería es un concepto que involucra un esquema de procesos o una planta integrada que produce múltiples productos de valor agregado a partir de materias primas renovables. La biorrefinería genera mayor valor a la materia prima del sector forestal, en forma de productos clásicos (celulosa y papel), nuevos materiales, productos químicos y energía
Compromisos de Argentina al 2030:
Dentro del Acuerdo de Paris, Argentina comprometió como aporte condicional a lograr un patrimonio de plantaciones forestales de 2 millones de ha para el 2030, con un aumento de 700.000 ha sobre la superficie actual de 1,3 millones de ha, lo que permitiría una absorción de 18,06 millones de tn de CO2eq en 2030. Esto implica aumentar la tasa de plantación a unas 100.000 ha anuales, o un 300% lo que se planta actualmente. Ese stock de plantaciones permite un flujo de madera de alrededor de 40 millones de m3 anuales para alimentar a diversas industrias que permiten la descarbonización de la economía. En el Plan Estratégico 2030, se proyectan las inversiones potenciales con dicho flujo de madera que permite más que duplicar la actividad actual, con la creación de más de 160 mil emple os regionales y atracción de importantes inversiones.
Condiciones habilitantes para lograr una expansión forestal sostenible:
a. Superficie disponible: Argentina tiene una amplia superficie para expandir las plantaciones forestales en forma ambientalmente sostenible. Un estudio realizado por el FAO (2020) v en el marco de Probiomasa para evaluar el potencial de plantaciones dendroenergéticas en Argentina detectó cerca de 15 millones de hectáreas potencialmente aptas para plantaciones forestales en todo el país. En dicha estimación no incluyeron suelos utilizados en agricultura ni superficies consideradas en el ordenamiento de bos ques nativos.
b. Ordenamiento territorial: Para que la expansión sea realmente sostenible, se debe plantar el árbol correcto, en el lugar correcto, de la manera correcta y con el propósito correcto. Para ello, la Ley 25080 (en su modificación por la Ley 27487) incluye avanzar en la zonificación para realizar análisis de impacto ambiental a nivel de cuenca forestal, en vez de a nivel de predio, en función a criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social. Para asegurar que se planta en el lugar correcto se debe acelerar la disponibilidad de esta herramienta de ordenamiento territorial.
c. Inversión en valor agregado: El mantenimiento y ampliación de la superficie forestada por la Ley 25080 se logrará si y solo si hay un destino cierto de la madera que incentive cortar y volver a plantar. Una estrategia de expansión de las plantaciones debe estar acompañada por financiamiento y promoción de inversiones en agregado de valor. El Plan Estratégico 2030 estima que se pueden atraer alrededor de 7 mil millones de dólares de inversión para agregar valor a los 2 millones de ha previstas de superficie forestada.
d. Financiamiento interno: La Ley 25080 y la promoción forestal para plantaciones y enriquecimiento de bosques nativos puede cubrir una parte considerable de las metas propuestas al mismo tiempo de crear empleo y desarrollo local. Los plazos entre la plantación y la cosecha – de alrededor de 16 años- reducen los incentivos a la forestación comercial lo que ha justificado en todo el mundo el apoyo de las mismas hasta, al menos, que se desarrollen las inversiones industriales en agregado de valor que impulsan plantaciones forestales y cierran un círculo virtuoso. Recientemente se aprobó con media sanción en e l Senado el proyecto de Ley S806/21 mediante el cual se crea el Programa de Sustentabilidad Ambiental y Seguros (PROSAS) para financiar la Ley 25080 de promoción de inversiones forestales y enriquecimiento de bosques nativos. Para ello, crea un aporte obligatorio del 0,5% que deben realizar los asegurados sobre los seguros automotores. El proyecto vincula directamente a una importante fuente de emisión de GEI -automotores- con las fuentes de absorción de GEI -árboles-. Este proyecto, convertido en Ley puede financiar parcialmente los objetivos de expansión de plantaciones forestales comerciales y el enriquecimiento de bosques nativos en forma sostenible, así como brindar materia prima renovable y carbono positivo para el agregado de valor en productos que permitan la descarbonización de la producción y el consumo.
e. Financiamiento internacional: Como se indica, hay un redireccionamiento del sistema financiero internacional hacia la acción climática y países y grupos de países priorizando la acción climática en sus relaciones internacionales. Esto otorga una gran oportunidad de acceder a financiamiento internacional de diversas fuentes. En este sentido, el financiamiento climático a través del mercado de carbono jugará un papel clave para el desarrollo de nuevos proyectos, y para que esto suceda, la claridad y seguridad jurídica será condición indispensable para promover acciones de largo plazo.
“El sector forestal y foresto-industrial argentino no solo está en condiciones de generar desarrollo sostenible en el sentido más amplio de la palabra, sino que el impacto social que traerá aparejado la implementación de inversiones propuestas será sumamente positivo en la creación de empleo de calidad, educación, arraigo, promoción de la biodiversidad y servicios ecosistémicos, desarrollo de tecnología y reactivación de economías regionales”, destacó Claudia Peirano, quien presentó el documento en la reunión.