Orgullo misionero: Victoria Rojas quedó entre los diez finalistas del Global Student Prize

La posadeña Victoria Rojas es una de las 10 finalistas del Global Student Prize, una iniciativa que busca reconocer los logros de jóvenes de todo el mundo que contribuyen a transformar sus comunidades.

La misionera Victoria Rojas, de 17 años, fue seleccionada entre los diez estudiantes más destacados del mundo por el Chegg.org Global Student Prize 2023, distinción que entregará 100 000 dólares al estudiante ganador.

Victoria compitió entre casi 4000 postulaciones de 122 países distintos. Es la primera mujer argentina en haber quedado seleccionada para el premio que Chegg.org lanzó en alianza con la Fundación Varkey. Además, es la estudiante más joven de la edición 2023.

A sus 17 años, Victoria Rojas ya ha batido unos cuantos récords. Es la finalista más joven del Global Student Prize (GSP) 2023, el premio al “mejor estudiante del mundo”: una iniciativa de Chegg.org y la Fundación Varkey que busca reconocer los logros de jóvenes de todo el mundo comprometidos con sus comunidades. Además, es la primera mujer argentina en llegar a esta instancia: quedó seleccionada entre 3851 postulaciones de 122 países. Ha viajado, dado discursos, y creado una red de jóvenes que, al igual que ella, trabajan para transformar la realidad. A fin de año, podría convertirse en la primera latinoamericana en llevarse los 100 000 dólares del premio.

Victoria cursa el quinto año en el Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen. Este lunes por la tarde fue convocada a una reunión después de clases con una profesora: cuando llegó al aula, encendieron la luz y se encontró con sus padres, varios docentes y compañeros que, con un gran cartel, le anunciaron la noticia de que había quedado seleccionada entre los 10 finalistas al premio. “Todavía no he terminado de reaccionar y de comprender todo lo que esto significa”, dijo en una rueda de prensa organizada en su colegio.

“Heather Hatlo Porter, Directora de Chegg.org y Jefa de Comunicación, dijo: “Me complace y me honra felicitar a Victoria Rojas por convertirse en una de las diez finalistas. Su compromiso, creatividad y resistencia son realmente inspiradores. Este honor no es sólo un reflejo de tus notables logros, sino también un testimonio del futuro brillante que estás forjando activamente para todos nosotros día a día.

“Siento que es una gran alegría para Argentina que esté entre los diez países seleccionados. Como pasó en julio pasado, cuando se conocieron los 50 finalistas de todo el mundo y se abrieron oportunidades, esto es una nueva etapa que vamos a pasar, así que estoy agradecida por lo que está pasando y emocionada con todo lo que se viene”, dijo Victoria, quien es la más joven entre los concursantes de esta edición.

“Es una gran alegría que Chegg.org y Fundación Varkey impulsen a jóvenes no solo de universidades, sino también del secundario. No hace falta tener un título para empezar a cambiar nuestro entorno y realidad, con lo que tenemos y podemos. Con la unión y el esfuerzo podemos lograr un montón de cosas. También tengo el honor de ser la primera mujer argentina seleccionada para el premio y tengo la certeza de que no voy a ser la última”, afirmó la joven.

El colegio al que asiste es público de gestión privada y, de las cuatro orientaciones que ofrece, ella eligió la de Maestro Mayor de Obra.

“Me enteré que había quedado seleccionada en la escuela, donde mis papás, compañeros y profesores me hicieron una sorpresa muy linda con carteles y globos para contarme la noticia. Fue una gran alegría para todo el colegio”, agregó.

El objetivo del premio es reconocer los logros extraordinarios de jóvenes que estén generando un impacto real en la vida de sus compañeros y en la sociedad en general, precisaron desde la organización.

En ese sentido, no solo evalúan su actividad educativa formal, sino también la extracurricular, y Victoria participa a su vez de dos grandes espacios: Innovaty, una organización nacional que fundó en febrero de este año y que “está creciendo un montón gracias al apoyo de muchas personas”, destacó la joven; y el otro es Modelo de Naciones Unidas y representación estudiantil.

“El colegio y mi familia acompaña en todo esto, eso es fundamental”, resaltó la estudiante que vive con su madre y su padre, ambos de profesión docente, y con su hermano de 14.

“Mi papá y mamá siempre trabajaron mucho y nos quedábamos al cuidado de otras personas. La salida para eso siempre fueron las oportunidades gratuitas de la provincia, como ajedrez, teatro, robótica y un montón de experiencias que sumaron mucho en esos primeros años”, compartió sobre su historia.

A sus 9 años inició GuVic, junto a una compañera, cuyo objetivo era crear cuentos para niños. Más tarde participó de la Escuela de Robótica con un proyecto para mejorar la calidad del sueño a través de una almohada con distintas funciones. A los 12, formó parte del equipo de ciencias de Infinito por Descubrir, con un proyecto de investigación llamado “el mundo en una Gota”, cuyo objeto de estudio fueron los ecosistemas de los ríos locales.

A los 15, dio su primer discurso en el Parlamento Juvenil y más tarde fue seleccionada para participar del programa “Jóvenes Embajadores 2022”, una iniciativa de desarrollo de liderazgo centrado en el compromiso cívico de la Embajada de los Estados Unidos.

Este año, la adolescente creó “INNOVATY” (innovación + “aty”, que significa “equipo” en guaraní), bajo el lema “Inconformistas innovando en comunidad”, proyecto por el cual se postuló al premio y donde colaboran unas 50 personas a nivel nacional entre voluntarios, asesores, y adultos mentores, en once provincias del país. “¡Y van solo seis meses de proyecto!”, resaltó.

Se trata de una red de jóvenes que tienen experiencias anteriores como instancias del Modelo de Naciones Unidas, que busca impulsar agentes transformadores y cuyas metas son disminuir la barrera de la desinformación, con la capacidad de utilizar la sinergia de los contactos y combinarla con la energía e innovación de los jóvenes.

“Hay muchos chicos que quieren mejorar su entorno y no saben bien cómo. Queremos dar a conocer estas oportunidades y acompañarlos en el proceso”, dijo la joven.

De esta manera, crearon programas como “la incubadora de proyectos”.

“Vamos a los chicos que tienen ‘inconformismo’, esa ‘chispita’ que se enciende cuando detectan un problema o desafío a superar en su entorno -explicó-, pero que a veces no saben por donde empezar. El objetivo es que a través de la metodología que desarrollamos encuentren un proyecto y que puedan solucionar la problemática en su entorno”.

Si gana el premio, Victoria dijo que buscarán más mentoreo y orientación profesional para la gestión de recursos económicos, a su vez desarrollarán más programas presenciales y destinarán un fondo para la incubadora de proyectos.

Después de la secundaria, a la joven le gustaría seguir estudiando en la universidad, y le interesan como principales opciones Ingeniería o Relaciones internacionales.

Ahora, se prepara para viajar en octubre a Dubái y asistir al programa “Change the World Model United Nations” del que participarán cientos de estudiantes de todo el mundo para debatir las principales cuestiones de la agenda política internacional.

Toda su comunidad educativa se involucró en la causa recaudando los fondos para que pueda viajar.

“Tenemos que poner al estudiante en el centro de cualquier decisión educativa. La historia de Victoria nos recuerda que los buenos docentes, el clima escolar, la comunidad involucrada y la familia acompañado, hacen la diferencia”, resaltó el director regional de Fundación Varkey para Latinoamérica, Agustín Porres.

De la misma manera, la joven fue felicitada por la directora de Chegg.org, Heather Hatlo Porter, y el fundador de Varkey Fundation, Sunny Varkey.

Los otros finalistas de esta edición son de Reino Unido, Bangladesh, Canadá, Chile, Ghana, India, Malasia, Rumania y Estados Unidos.

El o la ganadora será anunciado a finales de año, elegido/a entre los 10 finalistas por la Global Student Prize Academy, concluyeron.

El premio

El premio, en su tercera edición, está dirigido a estudiantes que tengan al menos 16 años y estén inscritos en una institución académica o en un programa de formación. El objetivo de los organizadores es reconocer los logros extraordinarios de jóvenes que estén logrando un impacto real en la vida de sus compañeros y en la sociedad en general.

Agustín Porres, director regional de la Fundación Varkey para Latinoamérica, expresó: “Tenemos que poner al estudiante en el centro de cualquier decisión educativa. Si algo mejora el aprendizaje de nuestros estudiantes, hay que ir por ahí. La historia de Victoria nos lo recuerda, que los buenos docentes, el clima escolar, la comunidad involucrada y la familia acompañando, hacen la diferencia”.

La organización también anunció un programa de mentoría que incluye apoyo y tutorías. Los 50 finalistas tendrán la oportunidad de ser acompañados por un miembro del equipo de Chegg en su formación académica, habilidades e intereses, para que les sirva de mentor y los asesore en sus estudios, en la búsqueda de “buenas causas” y en sus carreras profesionales.

La historia de Victoria

Victoria relata que sus padres, ambos docentes, tuvieron que trabajar intensamente para consolidar su hogar y su familia. “Fue una infancia movida”, recuerda Victoria. Años antes, su abuelo había tenido que emigrar desde Paraguay a Argentina debido a la persecución política en aquel país.

Eso no le impidió a Victoria realizar todo tipo de experimentos y emprendimientos en su casa y escuela. Como era una niña tímida, su madre decidió llevarla al teatro y eso potenció enormemente su expresividad. Mientras sus padres fomentaban la creatividad, ella emprendía en su barrio: en el quiosco y en el supermercado.

Con tan solo 9 años, junto a una compañera de clase, inició GuVic, cuyo objetivo era crear cuentos para niños, promoviendo la lectura y los valores. Más tarde, participó en la Escuela de Robótica presentando un proyecto para mejorar la calidad del sueño a través de una almohada con distintas funciones.

Cada vez que un tema llama su atención, Victoria lo explora: con 12 años, formó parte del equipo de ciencias de Infinito por Descubrir, donde desarrolló un proyecto de investigación llamado “El Mundo en una Gota”; su objeto de estudio eran los ecosistemas de los ríos locales. “Iba a la costanera y a las lagunas y luego llevaba las muestras para analizar con un microscopio. Quería saberlo todo, incluso llevé la saliva de mi perrito Washington”, recuerda entre risas Victoria.

Ella reconoce que su familia la ha acompañado en sus diferentes etapas, dentro y fuera de la escuela. Sus padres decidieron, por ejemplo, que era mejor que no utilizara un celular hasta los 13 años para que pudiera desarrollar su creatividad y su pensamiento crítico, y para evitar su propio aislamiento. Entonces ella diseñó su teléfono de cartón. “No nos daban celulares, pero sí libros”, repasa Claudia, su madre, que agregó: “lo importante era que ella desarrollara su creatividad, su manera de hacer el bien con los demás”.

Además, Victoria reconoce la importancia de sus docentes, que siempre le brindaron apoyo: “Los profesores que tuve cambiaron mi vida, me dijeron que no me rindiera y me acompañaron en los momentos difíciles. Tener la oportunidad de recibir educación es fundamental para construir una sociedad justa”.

Victoria dio su primer discurso en el Parlamento Juvenil a los 15 años y más tarde fue seleccionada para participar en el programa “Jóvenes Embajadores 2022”, una iniciativa de desarrollo de liderazgo centrada en el compromiso cívico, organizada por la Embajada de los Estados Unidos, que permite a estudiantes destacados de nivel secundario viajar por tres semanas a distintas ciudades de ese país.

Actualmente, se encuentra cursando el quinto año en el Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen n°0418 con la orientación de Maestro Mayor de Obras y busca la oportunidad de devolver a su comunidad algo de todo lo que ha recibido.

Por esa razón, y a raíz de lo aprendido en el intercambio, creó “INNOVATY” (innovación + “aty” – “equipo” en guaraní) bajo el lema ‘Inconformistas innovando en comunidad’. “Para ir más allá de las palabras y pasar a la acción cuando identificamos una problemática”, reza el lema. Se trata de una red de jóvenes que busca impulsar agentes transformadores y cuyas metas son disminuir la barrera de la desinformación, utilizando la sinergia de los contactos y combinándola con la energía e innovación de los jóvenes: “hay muchos chicos que quieren mejorar su entorno y no saben bien cómo. Queremos dar a conocer estas oportunidades y acompañarlos en el proceso. Somos 12 voluntarios de 7 provincias de entre 15 y 18 años, trabajando en 4 áreas: bienestar, logística, comunicación y financiamiento”, afirmó Victoria.

Ahora se prepara para viajar a Dubái y asistir al programa “Change the World Model United Nations” en el que participarán cientos de estudiantes de todo el mundo para debatir las principales cuestiones de la agenda política internacional. Toda su comunidad educativa se ha involucrado en la causa y con diversas iniciativas están recaudando los fondos necesarios para que en octubre Victoria pueda viajar. Como si todo esto fuera poco, desde 2021 ha participado en diversas instancias del Modelo de Naciones Unidas y ha obtenido, junto a su compañero, el primer puesto provincial y tres menciones de honor.

Los otros finalistas

Ally Zlatar, de 26 años, residente en Glasgow (Reino Unido) y estudiante de artes creativas en la Universidad Australiana del Sur de Queensland (Australia);
Tanzeel Rashid, de 22 años, estudiante de estudios de desarrollo en la Bangladesh University of Professionals de Dhaka (Bangladesh);
Nhial Deng, de 24 años, estudiante de Estudios Globales y Comunicación en el Huron University College de London, Ontario (Canadá);
Elisa Torres Durney, estudiante de 18 años de Valparaíso, que cursa estudios en el Colegio Champagnat, Villa Alemana, Valparaíso, Chile;
Kezia Sanie, de 23 años, estudiante de Derecho en la Facultad de Derecho de Ghana, Accra (Ghana);
Ravinder Bishnoi, de 20 años, estudiante de tecnología de la información en el Chandigarh Engineering College, Landran, Mohali, Punjab (India);
Kenneth Chong, de 22 años, estudiante de Ingeniería Química en la Universidad Teknologi PETRONAS, Perak, Malasia;
Brianna-Alexandra Stan, de 18 años, estudiante de especialización bilingüe en inglés de Matemáticas e Informática en el Complejo Educativo Laude-Reut, Bucarest (RumanIa);
Sophia Andrews, de 21 años, estudiante de Relaciones Internacionales en la American University de Washington D.C. (Estados Unidos).

Chegg.org Impact Fund, gestionado a través de la Fundación Tides, tiene la intención de poner en marcha un nuevo Chegg Changemaker Fund para los 50 finalistas de todas las ediciones del Global Student Prize, desde su creación en 2021, que participan en el programa Chegg Changemakers. Estos changemakers podrán solicitar financiación para impulsar sus propios proyectos e iniciativas de impacto. Al mismo tiempo, Chegg también lanzó su programa Changemakers Mentor en el que todos los 50 finalistas tendrán la oportunidad de ser acompañados por un miembro del equipo de Chegg en función de su formación académica, habilidades e intereses, para que les sirva de mentor y los asesore en sus estudios, en la búsqueda de buenas causas y, en última instancia, en sus carreras profesionales.

El Global Student Prize es una plataforma para que estudiantes increíbles de todo el mundo compartan sus historias, se pongan en contacto entre sí y lleguen a personas influyentes en el ámbito de la educación y más allá. Como muchos de estos estudiantes ya están haciendo cosas excepcionales para sus comunidades y el mundo en general, estamos encantados de anunciar el Chegg Changemaker Fund, que ayudará a promover su notable trabajo para que hagan una diferencia aún mayor. También estamos muy contentos de poder ponerles en contacto con apoyo adicional, estímulo y tutoría a través del recientemente lanzado Programa de Mentores Changemakers”.

Sunny Varkey, fundador de Varkey Foundation, afirmó: “Felicito calurosamente a Victoria Rojas. Su historia ilustra el papel crucial que desempeña la educación en la construcción de un mañana mejor para todos. Es la clave para resolver los mayores desafíos de la humanidad, desde la guerra y los conflictos hasta el cambio climático y la creciente desigualdad”.

Entre los argentinos que llegaron a la final en ediciones pasadas se encuentran: Nicolás Monzón, de Quilmes, que alcanzó a estar entre los 10 finalistas al premio. También Axel Córdoba, de Tucumán; Maximiliano Sánchez, de Salta; y Lisandro Acuña de Ciudad de Buenos Aires. El ganador del 2021 fue el adolescente ucraniano Igor Klymenko, un estudiante de 17 años de Kyiv (Ucrania) que se trasladó a las afueras al comienzo de la invasión rusa para terminar su último año de secundaria. Refugiado en el sótano de su nueva casa, Igor completó sus estudios mientras perfeccionaba un dron detector de minas en el que había estado trabajando durante ocho años.

Se espera que el ganador se anuncie a finales de año y será elegido entre los 10 finalistas por la Global Student Prize Academy, compuesta por personalidades destacadas.

Fundación Varkey es una organización sin fines de lucro que desarrolla programas de formación y celebra la tarea docente porque cree que cada niño merece un gran maestro. Desde Argentina, impulsa acciones para transformar las escuelas de todo Latinoamérica. www.fundacionvarkey.org
Chegg.org es el brazo de impacto, defensa e investigación de Chegg: aborda los problemas que enfrenta el estudiante

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *