Garantes de la construcción

La posición de los gobernadores es irreductible. La eterna interna daña el vínculo de la política con la sociedad y desvía el foco de lo importante: resolver los problemas acuciantes del día a día. No debe sorprender la apelación de quienes tienen la responsabilidad directa de gobernar. Las intrigas palaciegas no despiertan pasiones a nadie más que sus protagonistas. La sociedad entera observa absorta como oficialismo y oposición despliegan sus tácticas de guerra apuntadas a destruir al otro, antes que a construir soluciones.

Somos garantes de la construcción de un país federal”, se diferencia el documento firmado por trece gobernadores.

“Ante la difícil situación socioeconómica que atraviesa nuestro país, en el marco de nuestra responsabilidad institucional y política, y conscientes que no podemos distraer esfuerzos en discusiones estériles que solo conducen a divisiones”, aclaran los mandatarios. Por eso exigen una lista de unidad con integración de carácter federal, elaborar participativamente una estrategia electoral superadora de la coyuntura y de carácter federal, convocando a otras fuerzas políticas e integrar una comisión de acción política que contribuya a la construcción de un Plan de Gobierno en el que prime el desarrollo y la inclusión social.

Es un poco el modelo de Misiones. Lejos de la grieta y con la política enfocada en la gestión. En dar respuestas, explicó el gobernador Oscar Herrera Ahuad, uno de los participantes de la cumbre de mandatarios en el Consejo Federal de Inversiones.

El mensaje es elocuente. No exponer a la sociedad a resolver los cismas partidarios cuando está diariamente preocupada por cómo hacer frente a las crisis derivadas de la misma política.

El destinatario del mensaje no es otro que el presidente Alberto Fernández, aferrado a un último hálito de poder que no tiene. Es él quien alienta la realización de primarias en el oficialismo, en un espectáculo que dejará como última función, a ministros ensimismados en la interna, mientras que la gestión les pasa por arriba. La incongruencia de Wado De Pedro, un candidato presidencial que al mismo tiempo es el encargado del proceso electoral y que no disimula en utilizar los recursos de su área para promocionar su postulación, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz como candidata a gobernadora de Buenos Aires, dividiendo el voto en el bastión determinante para las elecciones, Aníbal Fernández sumado como “jefe de campaña” de Daniel Scioli y el propio embajador en Brasil, al que no se le pueden quitar méritos, pero que ahora mismo pasa más tiempo recorriendo Buenos Aires que en funciones en el país vecino. A ese selecto grupo se suma Agustín Rossi. Cuatro ministros y un diplomático en un país clave distraídos de sus obligaciones en un estado de situación con un máximo nivel de exigencias.

En las campañas se suele ensalzar virtudes y exponer las carencias del otro. El problema es cuando el otro es parte del mismo gobierno. Tolosa Paz, émula de Evita con pergaminos escasos, dijo que “algunos en el peronismo quieren convertirse en el Frente de Pocos“, en respuesta a la posición de los gobernadores y del ministro -y presidenciable-, Sergio Massa, quien clama por bajar el ruido de la política para encauzar las variables sensibles de la economía. A la sociedad no le interesa si es de pocos o muchos, sino encontrar la senda para salir de la crisis. Y, la paradoja, eso de “si no es conmigo” no es, no parece ser muy amplio ni democrático.

Massa basa sus aspiraciones en un paulatino crecimiento del optimismo sobre la economía -pese al principal problema que sigue siendo la inflación-. Según la consultora Analogías, “por primera vez desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, el “optimismo” sobre la evolución de la economía sigue creciendo paulatinamente (43%) y se ubica en un porcentaje similar al que registra el “pesimismo” (44%). La recuperación del optimismo crece por la incorporación de opiniones positivas de una parte de los encuestados con posiciones opositoras que descuentan que el resultado electoral abrirá una etapa de mejoras.

La consultora Zuban Córdoba hizo un sondeo en el que incluyó a todos los postulantes del oficialismo y la oposición. Por el FdT, Sergio Massa aparece como el más elegido por los encuestados con un 14,2%, seguido por Eduardo de Pedro con un 9,9%, mientras que Daniel Scioli cosechó un 6,5%. A ellos, el escenario de la encuesta sumó a Juan Grabois, que obtuvo 0,5% y Agustín Rossi, que tuvo el 0,2% de las preferencias. Sin embargo, esas centésimas le permitieron así al FdT sumar un total de 31,3% de los votos y quedar como primera fuerza. En otro escenario, con una PASO entre Massa y Scioli en el FdT y un JxC sin un candidato radical, los encuestados prefirieron al oficialismo. El tigrense le ganaría por centésimas al ex gobernador bonaerense (14,9% a 14,1%), sumando un total de 29% para el FdT. Larreta (15,8%) y Bullrich (11,4%) sumarían 27,2% para JxC. Por su parte, de todas las alternativas, esta es la que más alto midió a Milei, con un 24,6%.

Por eso Massa se mostró envalentonado en el Congreso el Frente de Todos que se realizó este sábado. “Lo mejor es la unidad, pero si se decide que haya PASO, allí vamos a estar”, prometió en un acto en el ocaso del sábado, en el que recibió el saludo de dirigentes como Máximo Kirchner y gobernadores, entre ellos el misionero Herrera Ahuad.

Con todo, la interna del Frente de Todos parece un lecho de rosas en comparación con la de la alianza Cambiemos. Los dardos envenenados y los primeros roces públicos entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta evidencian una fractura expuesta que contrasta con la idea de cohesión, virtud de la que se jactaba la alianza. La sociedad estuvo al borde de la ruptura por la propuesta de Larreta de incluir al cordobés Juan Schiaretti, acercamiento que a su vez implosionó el peronismo federal, y desnudó las profundas diferencias entre los socios.

Fue el propio Macri el que rechazó sumar a Schiaretti a Juntos por el Cambio: “Esto pone en crisis a todo el sistema de la coalición“. “No se le puede faltar el respeto así a los dirigentes de Córdoba. (Schiaretti) votó casi todas las leyes destructivas del kirchnerismo”, recriminó Macri. Curioso, hace apenas unos años, Macri elogiaba la “coherencia” de Schiaretti y lo tenía como uno de los gobernadores cercanos.

En cambio, ahora lo repudia y deslizó que el jefe de Gobierno porteño buscó sumarlo porque está perdiendo la interna con Patricia Bullrich. El radical Gerardo Morales advirtió que no se trata únicamente de la interna: “Juntos por el Cambio ya perdió 10 puntos por el crecimiento de Milei”, aseguró el jujeño al defender el acuerdo con Schiaretti.

Pero la apertura de Cambiemos es con José Luis Espert, hacia la derecha, para captar votos que hoy están con Javier Milei y no hacia el “centro” que podría aportar el gobernador mediterráneo. Esas desavenencias ventiladas en público a días del cierre de los frentes, desluce la idea de gobernabilidad. ¿Qué posibilidad hay de acuerdos con criterios tan dispares?

Basta escuchar a la apocalíptica Lilita Carrió para advertir que no hay otro plan que volver a las políticas de ajuste.

“Es muy difícil mantener una estrategia cuando los grandes líderes políticos no tienen estrategia, es decir cuando los líderes que fundaron los partidos, no tienen estrategia. Y sobre todo cuando esos partidos, por ejemplo el PRO, no tiene líderes que coaliguen a las distintas partes del partido, sino por el contrario parten un partido en dos. Es el caso de Macri”, remarcó la ex diputada en una charla que dio y que publicó ella misma en redes.

“Macri, a quien yo acompañé con el acuerdo para ser un espacio de centro, se ha corrido a un espacio más cercano al de Milei. Lo dijo expresamente, ‘nosotros queremos ganar para hacer una alianza con Milei’”, insistió. No le falta razón. Milei asegura que con Bullrich como compañera de fórmula, ganan en primera vuelta. La Piba es la favorita de Macri, como lo fue hace algunos años de Fernando De la Rúa, tal como refresca la serie 2001, que acaba de estrenarse.

“Macri quiere una alianza con Milei” para imponer un Gobierno de “ajuste brutal sobre las clases medias, bancando la noción de reprimir hasta matar si es necesario“, reforzó Carrió y advirtió: “Así terminaremos en un juzgamiento por delitos de lesa humanidad“. Fuerte. Ajuste, represión. Delitos de lesa humanidad.

Esa crisis, obviamente se traslada a Misiones. En el Frente de Todos todavía no se recuperan de la abultada derrota de mayo y no hay ninguna certeza de que vuelvan a juntarse en la campaña que se avecina. En Cambiemos, las internas se exacerbaron. Los que se guardaron en mayo ahora aparecieron exigiendo espacios. Es poco probable que se pueda evitar las primarias y que la sangre no llegue al río. Serán muchos los pichados una vez que se cierre el armado de las listas, que por ahora contiene a los apellidos ilustres sin atisbo de recambio. Halcones y palomas disputan primeros lugares en las listas. Difícil será la convivencia.

En contraste, la Renovación hace tiempo que tiene a sus candidatos definidos y hoy enfocados en sumar a la gestión y recoger inquietudes de los distintos sectores. Es la mejor consecuencia de haber ordenado la política de forma anticipada.

Ante el escenario de crispación de oficialismo y oposición y la alternativa de Milei que quiere demoler el Estado, es justificada la preocupación de los gobernadores. Por eso mismo se ofrecen como garantes de un armado federal y de desarrollo. La mayoría mostró en las elecciones realizadas que pudieron ganar eludiendo a la grieta.

Hasta el momento hubo ocho elecciones provinciales que dejan dos tendencias. En primer lugar, hasta ahora prevalecen los partidos provinciales, que si bien pueden tejer vínculos con líderes de las coaliciones nacionales, priorizan ante todo una identidad local. Así, en Misiones, Neuquén, Río Negro y Salta los gobernadores electos se referencian en espacios provinciales, quedando relegadas las opciones vinculadas a las dos coaliciones nacionales (Frente de Todos y Juntos por el Cambio), reseña la consultora Infomedia.

En segundo lugar, se imponen los oficialismos. De las ocho elecciones provinciales hasta el momento, en siete se impuso el oficialismo. De ellas, en cuatro fueron reelecciones (La Pampa, La Rioja, Salta y Tierra del Fuego) y en dos el gobernador elector ya ha desempeñado anteriormente el cargo (Hugo Passalaqua en Misiones y Weretilneck en Río Negro). La única derrota oficialista fue en Neuquén, donde el Movimiento Popular Neuquino venía invicto desde la recuperación democrática.

Incluso las economías regionales están en funcionamiento a pesar de los desequilibrios de la macroeconomía. El caso de Misiones es paradigmático. Exhibió su mejor marzo desde el año 2009 en materia de empleo registrado en el sector privado con 108.337 trabajadores en la serie desestacionalizada, creciendo contra igual mes de todo el  período 2009-2022. Contra el año anterior, la suba es del 5,2% y logró crear 5.330 puestos de trabajo en los últimos doce meses, detallan los datos oficiales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Además, Misiones lleva 35 meses consecutivos de creación de empleo industrial, un sector en el que ya se codea con las “grandes” del país.

Misiones tiene 9,8% más empleo industrial que en la prepandemia y 11,2 por ciento más que en el último año de Macri en el Gobierno. En los últimos cuatro años se crearon 2.380 empleos en la industria misionera y en relación con 2022 el crecimiento fue del 1,9 por ciento, en tanto que en relación con enero, el aumento del empleo fue de 0,9 por ciento, el mayor del NEA. Misiones ya es la octava provincia con mayor cantidad de empleo industrial, apenas por debajo de las “cinco grandes”, Entre Ríos y Tucumán. En el Norte Grande, Misiones tiene el 18 por ciento del empleo y concentra el 48 por ciento del empleo del NEA, 20 puntos arriba de Corrientes. En números absolutos, Misiones tiene diez mil empleos industriales más que Corrientes, quince mil más que Chaco y 21 mil más que Formosa. Pero hay un dato que marca la evolución de Misiones en los últimos años: en elaboración de productos de madera, con 6.835 puestos de trabajo, la tierra colorada está segunda en empleos, apenas por debajo de Buenos Aires. Bastante más atrás quedan Entre Ríos y  Corrientes (3.075 y 3.040, respectivamente).

 

Fuentes: Economis.

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