Iniciaron los experimentos para probar que la yerba mate sirve contra el sobrepeso
Una experimentación científica realizada en Brasil comprobó que el consumo de yerba mate (Ilex paraguariensis) puede servir como terapia alternativa contra la obesidad. Probaron que el consumo de esta infusión popular en ratas ovariectomizadas altera el tejido adiposo blanco.
La menopausia y la posmenopausia se caracterizan por niveles bajos de estrógeno que pueden estar asociados con la aparición de enfermedades metabólicas. Si bien la terapia de reemplazo hormonal puede aliviar muchos síntomas, también puede exacerbar otras enfermedades como el cáncer de mama.
Por eso acudieron a probar con las propiedades naturales de la yerba mate. Los resultados fueron publicados la semana pasada, en idioma inglés, en la revista científica Molecular and Cellular Endocrinology.
Un estudio previo en animales machos, publicado en 2011, notó una reducción en el aumento de peso que se asoció con la ingesta de mate. Pero en el reciente experimento, extendieron esta observación a ratas ovariectomizadas, un sistema modelo para la posmenopausia.
Coadyuvante eficaz
Los datos obtenidos mostraron que el tratamiento con mate redujo el aumento de peso corporal ya en la tercera semana de tratamiento. También el uso de la yerba mate presentó niveles cercanos al control de triglicéridos, colesterol total y LDL.
Las ratas fueron alojadas en jaulas colectivas con un máximo de 4 animales por jaula, en el laboratorio de experimentación animal de la Universidade Federal do Rio de Janeiro (Ufrj).
Además, ya se sabe que la yerba mate es un potente agente modulador del metabolismo energético que influye tanto en la oxidación de glucosa como de lípidos, lo que puede explicar su impacto en la adipogénesis y efectividad como coadyuvante eficaz para la pérdida de peso.
Los efectos adaptogénicos de Ilex paraguariensis como agente antioxidante y modulador del metabolismo energético están estrechamente ligados a algunos de sus componentes, a saber, polifenoles, saponinas y metilxantinas.
Fuentes: revista códigos.