Con un anfiteatro colmado de público, cerró una edición más del Festival del Litoral en Posadas
La capital de la tierra colorada vivió al máximo uno de los festivales más queridos y esperados durante el año en todo el país. En la celebración se conjugó el reencuentro con las raíces, tradiciones y costumbres. Con el río Paraná como testigo fiel desde siempre, allí, en el mítico Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez se desarrolló el 53º Festival Nacional de la Música del Litoral y 15º del Mercosur.
El evento es el más grande de la región, durante cuatro noches la ciudad se vistió de gala para acoger en el escenario Alcibíades Alarcón a máximas figuras del folklore. La grilla fue variada y para todos los gustos, dando lugar a más de 60 reconocidos artistas de talla local, nacional e internacional. Asimismo, en las afueras del anfiteatro, a la par de lo que sucedía dentro, también hubo fiesta, ya que se desarrollaba la peña oficial “Chaloy Jara”, donde tuvieron la oportunidad de demostrar todo su potencial alrededor de 46 artistas, distribuidos en grupos de rock, folklore norteño, litoral, entre otros géneros. Los autores provenían de Paraguay, Apóstoles, Santa Fe, Eldorado, Oberá, Candelaria, Aristóbulo del Valle, Garupá e Ituzaingó.
El festival en esta edición, como todos los años realizo varias distinciones y reconocimientos. El Mensú de Oro fue otorgado a Antonio Tarragó Ros en la segunda antorcha, premio a su notable trayectoria. En tanto, en la cuarta y última velada, el reconocimiento a la revelación de la peña fue para el dúo Alto Vuelo, de estilo propio dentro del género folclórico popular, integrado por el cantautor santiagueño Juan Bustos y la profesora de música y guitarrista misionera Gisel Medina.
El reconocimiento como revelación del festival sobre el escenario mayor fue para Os Gauchos, cuya banda hizo bailar y disfrutar a todo el anfiteatro con su mezcla de ritmos sertanejo y chamamé brasilero. Por otro lado, el grupo que se llevó el reconocimiento fue para Los Maestros Chamameceros, que se reencontraron con el público dejando un legado inmenso a las nuevas generaciones, para muchos de los quienes hoy son sus ídolos. Agasajando a Posadas como la reina del Litoral, las prosas de sus canciones fueron un enorme homenaje a la historia de la capital provincial.
Las lunas festivaleras reunieron miles personas en cada noche y la cuarta antorcha brilló como nunca, con un anfiteatro que estuvo colmado de punta a punta. Familias enteras, grupos de amigos y parejas, todos se encontraban ansiosos y felices por disfrutar de las propuestas artísticas de la ultima noche. Desde temprano se veía a gente por los alrededores, se abrieron los portones de ingreso y pronto se fueron acomodando todos, poniéndose cómodos, algunos con vestimenta casual y otros en cambio, con vestuario a tono: boina o sombrero, camisa y pañuelo, bombacha y pollerón, con botas o alpargatas. A puras palmas y canticos la noche mágica comenzaba.
Los primeros en salir a escena fueron el Coro de Niños y Jóvenes del Centro del Conocimiento, que estuvieron acompañados por el Grupo Late. Ellos mostraron todo su arte con “canciones con sabor a tierra”, las voces y melodías que conformaban, maravillaron a todos los presentes. Seguido, el próximo show de la jornada lo realizaron los Músicos Populares Misioneros, compuesto por integrantes de diferentes localidades, que son los encargados de difundir, defender y promocionar la cultura de la región. Con sus chamamés hicieron sonar los primeros sapucais y ovaciones de la velada.
Los números siguientes fueron de baile, subieron al escenario los chicos de Guaynamérica Danza, ellos realizaron coreográficas propias de danza/teatro, de hondo contenido social, humanístico, ecológico y de identidad regional latinoamericana. Luego, fue el turno del Ballet Roksolana pertenecientes a la Comunidad Ucraniana, quienes se presentaban por primera vez en el festival. Treinta bailarines en escena mostraron la belleza y destreza ucraniana caracterizada en doncellas y cosacos, interpretando obras emblemáticas de aquella cultura europea, que, con su carisma y entusiasmo, se llevaron los aplausos del público.
La noche continuó con la presentación de Os Gauchos, una banda con formato genuino de música brasilera riograndense y gaucha, con ese estilo conjugado de sertanejo y chamamé brasilero, lograron hacer bailar a las gradas. Más tarde, fue el turno de la Orquesta Folclórica Municipal, que con sus ritmos y piezas regionales levantaron el ánimo de los presentes, quienes acompañaron la su presentación animando con aplausos y sapucais.
Andrés González también tuvo su paso por el escenario mayor, alguien que ha sabido recorrer cada rincón de la provincia cautivando con su voz y llevando como emblema la música folklórica y del litoral, por ello, brindó una performance que se llevó todos los suspiros en la velada. Seguidamente, fue el turno de uno de los artistas invitados, Cecilia Pahl, cuya presentación fue la primera en el Festival del Litoral. Junto a Juan “Pico” Núñez, interpretaron canciones que hicieron emocionar. El fraseo dulce y pausado de Cecilia consiguió destacar las letras de Ramón Ayala, cautivando a todo el anfiteatro.
Guitarrista por excelencia, nacido en el pintoresco y legendario barrio bajada vieja. Embajador de la música y el canto mimado de la sociedad internacional. Ángel “Pato” García subió a las tablas a demostrar su talento vigente como has de las seis cuerdas. Luego, con su imponente voz y capacidad intacta, Patricia Silvero brindó una masterclass de canto, que, con una calidad interpretativa, maravilló a todos en la cuarta antorcha.
Uno de los platos fuertes, fue la actuación del salteño Juan Fuentes. El ex Huayra hizo vibrar a la capital provincial con sus canciones, el público estuvo enfebrecido con su presentación generando emociones por doquier. Las ovaciones y aplausos para este artista fueron infinitas. Más tarde, para aumentar el deleite del público, subieron al escenario Los de Imaguaré, que celebraron sus 40 años de trayectoria, grupo ícono del chamame de Corrientes con poesías llenas de pasión e historia, y canciones que hablan del sentir chamameceros, entraron al corazón de todos los espectadores con un show cautivador.
Los Menchos del Chamamé, tuvieron su espacio para la alegría del público. Sus integrantes hicieron interpretaciones de grandes referentes de la música regional, su actuación en el escenario mayor llenó de baile todo el predio.
Ya pasada las 2 de la mañana, el esperado Luciano Pereyra salió a brindar su imponente show. Las gradas con miles de fanáticos enloquecieron ante cada tema. El artista hizo un repaso de sus clásicas y consagradas canciones, donde también sumó algunos de sus últimos trabajos. La felicidad en el anfiteatro era plena, fue una presentación que los espectadores no olvidarán jamás.
De esta manera, el 53º Festival Nacional del Litoral y 15º del Mercosur, cerró una edición más que exitosa. Durante todas las veladas el público se hizo presente desde temprano para disfrutar de esta fiesta. El evento reunió a artistas increíbles durante cada noche, la celebración superó las expectativas previstas. De cara al año que viene, ya se piensa en nuevos nombres y en otros grandes que pegarán la vuelta a la tierra colorada, para brindar lo mejor de su repertorio.
Fuentes: revista códigos.