Montecarlo: inauguran un mural realizado por artista española, a 40 años de Democracia
El 10 de diciembre de este año la Argentina cumple 40 años ininterrumpidos de Democracia y en homenaje a esta fecha de fuerte valor para los argentinos es que se inauguró en la ciudad de Montecarlo el “Mural de la Democracia”.
La artista plástica encargada de la obra fue la española Nidia Ramírez Lagar, quien agradeció a la comunidad de Montecarlo por su acompañamiento, a la vez que destacó las muestras de cariño y afecto de los vecinos.
El ‘Mural la Democracia’ emplazado en la Plazoleta la Paloma tiene un doble objetivo: embellecer y mejorar el espacio público y construir un espacio de reflexión junto a la comunidad.
Asimismo, con este mural se pretende transformar a la Plazoleta la Paloma en un punto de interés artístico y cultural para que personas de la ciudad y turistas puedan visitarlo.
Vale destacar que Nidia Ramírez Lagar es Licenciada en Bellas Artes y Doctorada en Arteterapia. Además, es directora de las actividades artísticas en Naturarte y colaboradora con la Concejalía de Mujer y Concejalía de Juventud en Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón en Madrid (España).
El proyecto del “Mural de la Democracia” contó con el acompañamiento de la Municipalidad de Montecarlo.
La obra y su significado
El número cuarenta alude a un número redondo, los cuarenta años de Democracia, cuya luz, calor y trascendencia se expresa en un rotundo y desmesurado sol más grande que la Isla de Caraguatay.
El sol, visto así, representa además un estado de ánimo alegre en los aires de la libertad.
El río, representado en los distintos fragmentos y tonalidades de azules bañan al dorado frente a la isla, haciendo alusión lo local, la tradición de pesca deportiva que se completa con la flor como referencia a la Capital Nacional de la Orquídea.
Los fragmentos rojizos y verdes junto a los distintos azules evocan al entorno natural propio de la provincia, como el color de la tierra colorada, los montes con sus distintos verdes y la presencia de un bien tan vital como el Acuífero Guaraní.
El muro sobre el cual se diseñó y plasmó la obra es de 10 metros cuadrados. El trabajo contempló la participación de ocho personas, entre jóvenes y adultos.