Misiones admitirá el matrimonio de personas no residentes

Desde que Argentina se convirtió en el primero de la región y décimo en el mundo en permitir el casamiento entre personas del mismo sexo, la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) estima que más de 400 parejas LGBT de extranjeros desembarcaron con la ilusión de poder unirse legalmente en uno de los pocos países que permite el casamiento de los ciudadanos no residentes. Y muchos aprovechan el viaje para organizar su luna de miel recorriendo Misiones, Salta o la Patagonia con sus grupos de amigos. Las buddymoon (”luna de miel con amigos”) son la última tendencia turística -ayudada por el tipo de cambio favorable- para las personas que buscan compartir el viaje de bodas en un destino que les asegure igualdad de derechos.

Misiones hoy está repleta de turistas de toda la región, que podrán encontrar un motivo más para venir a conocer las Cataratas del Iguazú: el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez instruyó a la Dirección General del Registro Provincial de las Personas, para que en lo sucesivo se admitan en las solicitudes de matrimonio, sin ningún tipo de discriminación o diferencia respecto de cualquier solicitante, las peticiones de extranjeros no residentes.

Para los trámites legales, se admitirá como prueba de residencia transitoria, la fotocopia certificada notarialmente del pasaporte y/o documento migratorio oficial, que deberá contener domicilio de referencia en Misiones y plazo de estadía mínima y/o permanencia.

El Registro Provincial de las Personas deberá arbitrar todos los medios necesarios para facilitar los turnos pertinentes a las solicitudes, con la finalidad de no frustrar el espíritu y la efectivización de la voluntad de los requisitos a cuyos efectos no podrá, bajo ningún aspecto, otorgar turnos con un plazo superior a los cinco días.

La documentación y los certificados emitidos como consecuencia de esta disposición, no podrán ser discriminatorios, ni contener ninguna pauta que limite de hecho el principio de igualdad ante la ley.

Además de contar con una legislación pionera, Argentina es una de las dos naciones -junto a Canadá- que habilita el matrimonio igualitario para las personas no residentes, pero de una manera más ágil y a bajo costo.

“Hay un fenómeno que venimos observando en los últimos 10 años, después de que nos convertimos en el primer país de Latinoamérica en tener el matrimonio igualitario: empezó a suceder algo que los norteamericanos llaman buddymoonsque es viajar a casarte a un país donde respeten tus derechos y hacerlo acompañado de tus amigos. Hubo ciudades que específicamente trabajaron con esto, lo que hicieron fue acortar los tiempos que los y las argentinas tenemos para casarnos: en Salta, Puerto Madryn, Mendoza, Rosario y Buenos Aires -tanto en la Ciudad como en la Provincia-, lograron reducir los tiempos para hacer el trámite a cinco días”, apunta Pablo de Luca de la Cámara de Comercio LGTB Argentina.

Se trata de una tendencia que proliferó durante la última década y promete un fuerte impacto en la promoción del turismo internacional. El caso de Nueva York es ilustrativo: en 2012, un año después de la aprobación del matrimonio igualitario, la ciudad reportó 259 millones de dólares en ingresos como producto de los viajes de bodas.

En Argentina, todavía se trata de un fenómeno emergente que recibió el coletazo de la pandemia. Desde la FALGBT, María Rachid señala que “no hay muchos matrimonios de extranjeros en otras provincias, en general, vienen a la Ciudad de Buenos Aires”. Según los datos del Registro Civil de la CABA, desde la sanción de la ley hasta diciembre de 2021, fueron 5933 parejas las que legalizaron su matrimonio en la ciudad. De ellas, se estima que más de 400 corresponden a extranjeros no residentes.

 

Fuentes: Economis.

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