Qatar 9: A octavos con un milagro en la previa
Argentina alcanzó la segunda fase del Mundial tras mostrar su mejor versión en la fase de grupos. Afuera, con los argentinos, pasó lo inesperado.
*Por Emiliano Andreoli.
Estábamos afuera. Realmente afuera. Las entradas volaban con sus precios, nuestra acreditación sigue dejándonos del lado externo del estadio y la desesperación ya era parte de nuestros momentos previos a la tercera fecha del Grupo C. Pero siempre confiamos. El deseo y la perseverancia dieron sus frutos para poder ser parte.
Ya vivíamos la previa junto a los miles de argentinos que coparon el 974, ese estadio al que Argentina tuvo que ir para medirse ante Polonia. Unos 44 mil espectadores ingresaron al lugar, a simple vista las camisetas albicelestes sobresalían en un 80% y el resto se completaba de casacas polacas, locales y de otras naciones. Nuestra previa (y hoy en plural porque somos dos periodistas en la misma situación) era con el compromiso laboral, pero con la pesada misión de conseguir algún ticket que no comprometa nuestra estadía en estas arenas. No lo lográbamos, porque todo oscilaba en 750, 800, 1000, hasta 1500 dólares las Hospitality de FIFA, esas que adentro sí entregan alcohol y comida sin fin. Todas imposibles para nosotros.
De repente, el milagro. “Tenés que ir a esta ubicación”, llegó al whatsApp. Estábamos a 200 metros de un argentino que viajó solo y se quedó con los tickets de sus amigos en las manos. Este albiceleste no sentió la necesidad de sacar provecho de los precios y por eso pagamos las dos a precio FIFA. Son cosas que habitualmente no pasan, pero que ayer afuera del 974 nos tocó. Entrada en mano, emoción a flor de piel y abrazo previo. Se festejó como un gol, pero sin que comience el partido.
Antes, Los Totora con Maradona
“Hay un recital de Los Totora cerca del estadio”, avisaron en el departamento. Era a las 16, seis horas antes del partido. Las jornadas se hacen largas si se estira tanto la hora, pero tomamos el coraje para acercarnos hasta la ubicación marcada en el mapa. ‘Cerca del estadio’, decía la invitación. ‘A 5 minutos’, afirmaba otro flayer. Nada de eso era real. No era ni cerca ni a cinco minutos, pero fue emotivo como todo lo referido a Maradona. Lo cierto es que dejaron un nuevo tema, una versión nueva del ‘No te lo puedo explicar’, que está tan de moda en este Mundial para los hinchas argentinos.
Nos encontramos con un hangar que, dicen, era de Maradona. Un lugar donde estacionaba su avión privado. ¿Lo tenía? Lo cierto es que cientos de decenas de camisetas estaban expuestas al público, que un muro nos dejaba firmar y dejar algún recuerdo. Un museo itinerante que recrea digitalmente a un Diego joven, atrevido, que hasta respondió algunas preguntas armadas a los visitantes.
El Mundial que se transmite en vivo
Se desespera la FIFA por evitar que las transmisiones en directo salgan desde las tribunas. Nos han enviado no menos de 10 mails desde que estamos acreditados para avisarnos que ‘no se puede filmar ni transmitir en vivo desde las adyacencias del estadio’. Evitamos hacerlo adentro, porque las reglas se respetan para poder seguir pidiendo acreditaciones a futuro. Pero sin dudas que el control debe ser de lo más tedioso.
Ayer, como en todos los partidos, había familias conectadas vía videollamada. Gente que estaba en sus casas con la imagen de la cancha en la pantalla del celular. Algún guarda de la FIFA intentó evitarlo, pero es una lucha que perdió hace mucho tiempo. ¿Cómo le decís a un hincha que dejó su familia a 12 mil kilómetros que no lo comparta en vivo? Es imposible en serio, sobre todo con los hinchas argentinos, que de límites no entienden y que, con los bombos y redoblantes, armaron una fiesta que para Doha es inédita. Nunca vieron esto, les gusta y acompañan como pueden con los cánticos. Ahora lo hacen desde lejos, porque los hinchas argentinos se volvieron selectivos y armaron su quinta en cada tribuna.
Desde el partido contra México sólo se alienta, poco tiempo se pasa sin cantar y el clima barrabrava también se vive. Por suerte para bien, porque los Hinchas Argentinos Unidos están haciendo un trabajo increíble. Todos juntos, con camisetas de distintos clubes, pero con el alma celeste y blanco que une a todos los que viajaron al país mundialista. Ayer marcaron Alexis McAllister y Julián Álvarez, ex Boca y ex River respectivamente. Acá se gritó igual, porque los colores y sentimientos por los clubes quedaron en Argentina.
Fuentes: Canal12Misiones.