Roberto Gallardo: “Aspiramos a que haya más juezas y jueces que tengan cercanía con los pueblos a los que juzgan”
El pasado 3 y 4 de Marzo se realizó en la localidad de Puerto Iguazú la Primera Cumbre Argentina de Magistrados sobre Derechos Sociales y Doctrina Franciscana, que contó con la participación de juristas de todo el país, Chile, Colombia y Estados Unidos, entre otros expositores. El evento generó nuevos desafíos para el ejercicio del Poder Judicial y un enriquecimiento conceptual que transformó, desde diferentes lugares a través de la experiencia vivida, la concepción de la labor jurídica en varios de los participantes.
Tal es el caso del presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, el Dr. Roberto Gallardo, quien estuvo en la organización del evento y compartió con Economis, las sensaciones y conclusiones que le generaron este encuentro, los desafíos de cara al futuro y algunas reflexiones más, sobre el rol de la Justicia en la comunidad.
Durante el cierre del evento, Gallardo expresó la satisfacción del comité y la felicidad por la realización del evento que inicio con una sugerencia del Papa Francisco hace unos años. “Hemos discutido con pasión y nos quedan muchas cosas por discutir. Esa parte de felicidad que hemos dado vida a una organización que va a transformar cosas”, comentó.
De la misma manera, retomó las palabras del Sumo Pontífice, en la apertura de la cumbre, de que “la existencia en la gran oportunidad para la transformación”. En ese aspecto, reflexionó que hay una finalidad esencial en nuestra existencia que nos justifica nos da proyección. Algo que es una interpelación a que dejemos de mirar al costado. “Nos marca la forma de cómo actuar como organización”, precisó aludiendo el actual contexto de crisis y que los años venideros van a necesitar de la disposición de los miembros del comité.
¿Cuáles fueron las conclusiones que le dejan esta primera Cumbre Argentina de Magistradas y Magistrados?
“El encuentro fue realmente muy importante, hubo muy buena participación, tanto en cantidad como en calidad de expositores y de público presente. Realmente creo que hemos avanzado en los objetivos que teníamos como comité, como Capítulo Argentino para redefinir, a partir de una autocrítica, cuales son algunos de los aspectos que deberíamos empezar a cambiar, a modificar, a alterar de nuestra actividad como magistrados”.
En el último panel sugirieron temas a tratar en los siguientes encuentros ¿Qué conclusiones sacan de estos planteos?
“Los ejes temáticos son prácticamente los mismos porque, infelizmente, nunca se agotan, es como que siempre estamos un paso atrás de lo que hay que llegar a lograr y lo digo con pesar, porque lo mejor sería que los derechos se concretaran todos y entonces viviéramos en una sociedad armónica y perfecta. Pero la realidad es otra, la realidad es que siempre estamos tratando de concretar cosas y a veces las cuestiones se complican.
Entonces, los ejes temáticos: salud, vivienda, trabajo, educación, son ejes que se van manteniendo. Lo único que cambia son los enfoques estratégicos que tenemos que tomar para cada una de las situaciones. Por ejemplo, cuando íbamos a iniciar el encuentro, en el 2020, la situación era una y hoy, después de la pandemia, y eso quedó reflejado en todos los paneles, la situación es absolutamente diferente. Quiere decir que nos exige un enfoque distinto.
Yo entiendo que en lo sucesivos eventos que se realicen, las sucesivas reuniones del Capítulo, se van a ir ajustando las prácticas judiciales, en función de esos cambios que se den”.
También hubo mucho dinamismo en las presentaciones y disertaciones del encuentro, durante el evento, expositores cambiaron el contenido de su panel, en base a lo que vivió durante la cumbre
“Eso es una de las cosas más interesantes de estos encuentros. No es un lugar donde uno viene, dice lo suyo y se va, sino que hay una interacción permanente y a todos nos cuesta despojarnos de lo que escuchamos antes. Entonces, es como que hay idas y vueltas en función de lo que uno dice y lo que piensa el otro y de las discusiones que se dan. Inclusive hoy se decía que el mensaje inaugural del Papa Francisco, que envió por video, fue un mensaje que cambió el libreto de muchos de los que iban a hablar, porque trajo ideas nuevas, trajo un mensaje muy fuerte y eso comprometió todo el esquema de pensamiento que la gente traía en sus papeles al momento de llegar a Puerto Iguazú”.
Eso también habla de la dinámica de lo que es el campo judicial, donde en el imaginario colectivo pareciera estar alejada de la gente
“La gente piensa, creo que con razón, que hay un sector del Poder Judicial que no es despreciable, en términos de cantidad, que tiene cierta lejanía con la realidad social y política. Esto también lo marca Francisco en su mensaje cuando dice que hay que ver el sufrimiento del otro, lo que le pasa al otro. Nosotros somos un grupo que tiene una dinámica y la gente que se acerca de la magistratura a nuestros eventos, tiene una dinámica que ya entra en el compromiso de vincularse más y por eso presenta una dinámica diferente. Aspiramos a que este grupo crezca y que, cada vez, haya más juezas y jueces que tengan cercanía con los pueblos a los que juzgan.
Esto pasa en todos los países, no es únicamente en Argentina. En todos los países hay una idea como de la “casta judicial”, de una corporación que está por sobre la sociedad y alejada. Eso es con lo que hay que terminar”.
¿Es también romper con ese paradigma de que la Justicia sólo protege al más poderoso y desprotege a los sectores más vulnerables?
“Eso es históricamente así. Los sectores judiciales se han conformado con una extracción social de clases altas, en general, y con una evolución endogámica, es decir que se nombran casi como títulos familiares. Está el padre que era juez, el hijo que es juez, después va a ser el nieto juez y esto quedó en el imaginario colectivo como una casta.
Esto con el correr de las décadas se fue modificando. Yo creo que con bastante profundidad, pero queda mucho por hacer para democratizar el Poder Judicial, para hacerlo más cercano, más humano y más eficiente también”.
¿Cuáles son los próximos pasos a seguir de cara a un próximo evento?
“El próximo evento se va a llevar a cabo en el Vaticano, será en el segundo semestre de este año, pero todavía no tenemos la fecha exacta, porque todo depende de la evolución de la situación de Rusia- Ucrania y de la situación epidemiológica por el Covid-19. Hay muchas variables que hoy nos hacen dudar de la fecha precisa, pero es un evento sobre colonialismo y neo colonialismo en la materia jurídica, o sea, tratar de pensar cómo nosotros como magistrados fuimos formateados académicamente, con una matriz colonial que no es la de nuestros pueblos.
Entonces eso hace que muchas veces nuestras soluciones jurídicas no estén de acuerdo con las expectativas y las necesidades de nuestros pueblos que no son europeos, ni son norteamericanos. Nosotros vivimos en una región que tiene características propias, identidades propias y la formación judicial debiera ser estructurada en función de esas realidades propias locales y no exógenas”, concluyó.
Fuentes: Economis.